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—Como no viniste dos días seguidos, tuve que invitar a alguien más al baile.

KyuHyun al fin había encontrado la excusa perfecta para Yesung cuando se lo topo en los pasillos del instituto ambos se encontraban dando su último rondín del año escolar.

Debía de admitir que se preocupó demasiado que este no apareciera de la nada, JungSoo decía que se encontraba muy enfermo como para poder levantarse de la cama, y claro que tenía las intenciones de irlo a visitar. Lo que le detuvo, fue el saber que no estaba en casa de su tío, más bien estaba en su verdadera casa, con su padre. Y nunca iba a dar con la dirección, mejor era esperar a verlo de nueva cuenta.

Pero no le prestaba mucha atención, se veía un tanto ido, temeroso. Quiso preguntarle qué le pasaba pero su mirada le pedía que no soltará ninguna pregunta.

—Yo siempre asisto con SeoHyun —fue su respuesta llegando a notar cierta molestia—-, así que no tienes que darme explicaciones.

—¿Pasó algo?

—No. Estoy bien. ¿Por qué?

—Te has molestado porqué invite a una chica. Lo estás.

Yesung simplemente rodó sus ojos para ver por la ventana, se quedó mirando fijamente hacia el bosque llegándose a perder en sus pensamientos por unos segundos bastantes largos, ni siquiera parpadeaba.

Le tocó de su hombro para poder poder tener su atención de nueva cuenta, pero el sonido del micrófono de la escuela llamo su atención.

—Chicos, sabemos que mañana será el gran día del baile de despedida —Era JungSoo quien hablaba relajadamente—, sin embargo, si alguno de ustedes sabe algo sobre su compañero KangIn de 4to año del grupo A, no dude en venir a dirección. Sus padres están preocupados.

Vaya, eso no pasaba en todas las escuelas. Incluso ayer se hizo el mismo anuncio de que si alguien sabía algo pero nadie.

Volvió a dirigir su mirada hacia Yesung para seguir hablando, pero lo notó más tenso que antes.

—¿Que, le pasó a KangIn?

—No se —se alzó de hombros desinteresado—, desde ayer llevan diciendo eso pero nadie sabe nada. Sus padres han venido a preguntar acerca sobre él. No ha llegado a casa desde hace tres días.

—¿Y qué crees que le haya pasado?

—Ni idea, Yesung. ¿Por qué te preocupas tanto por el? Ese idiota te jode mucho.

—Quizás no regresé a casa..

—Si bueno, muy su vida si así lo desea, ¿No?—decidió cruzarse de brazos sin comprender muy bien la actitud del contrario—, ya no es un crío para ser buscado.

Notó cómo Yesung cerraba sus ojos y se tocaba el estómago, como si un dolor le hubiera dado justo en ese momento. Quizás aún seguía un tanto enfermo.

Iba a tocarle la frente para poder medir su temperatura, pero un grupo de estudiantes venía caminando hacia la dirección donde ellos estaban.

Tomó un poco de distancia clavando su vista en ellos. Pudo divisar a Victoria quien venía caminando entre ellos, la chica sonrió muy animada al verle, saludándole efusivamente antes de seguir su camino mientras sus compañeros le hacían burla con discreción.

—Así que es ella, ¿Verdad?

Volvió a ver a Yesung quien tenía sus ojos abiertos de nueva cuenta. Viendo molestia en ellos.

—Solo será mi acompañante, Hyung.

Yesung decidió ignorar aquellas palabras mientras se alejaba de la ventana aún sintiendo esas náuseas que no lo dejaban en paz.

• Ya'aburnee; [ Kyusung ]    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora