Las cosas se sentían demasiado tensas con el paso de los días, cada día había más magos que estaban aliados a SiWon solamente porque querían dejar de estar ocultos a los ojos del mundo como donde criminales se tratarán, le sorprendía saber que había muchos con tanta ambición en su cuerpo que parecían una blanca paloma tan solo verlos de lejos. Pero hasta ese entonces, estaba demasiado acostumbrado a conocer el lado oscuro de todas las personas, nadie, absolutamente nadie tenía su alma totalmente pura.
Fijo su mirada en la palma de su mano para poder apreciar mejor aquel objeto que tenía en esta, la había tomado sin avisar a nadie más que dejar una copia de las cuales se darían cuenta si no la regresaba en el momento adecuado. No sabía porque la había tomado, simplemente lo había hecho.
No quería que su mayor lo usará, no quería que si las cosas salieran mal, este tuviera que usarlo para regresar desde el momento antes del error, tener que volver a revivir eso. Solía ser demasiado cansado, eso no era vida.
Estaba cansado, muchas veces en batalla no solía hacer mucho para que resultará gravemente herido, pero SiWon no se veía dispuesto en dejar que sucediera. No entendía el porque, lo único que había entre los dos solamente era atracción sexual que otra cosa, porque amor no había de por medio, no por lo menos de su parte. Pero después de estar pensando en muchas cosas, haber investigado y observar a escondidas al moreno, pudo llegar a la respuesta de sus preguntas al no poder morir o resultar herido gracias a SiWon.
El maldito había depositado mitad de su alma dentro de su cuerpo en una de esas tantas veces que habían tenido sexo, ni siquiera se había dado cuenta. Simplemente la mitad de SiWon se alojaba escondido en su corazón, no podía morir, o el contrario resultaría totalmente herido de manera grave, debilitado, su otra mitad no le serviría para nada. Se había tomado su gran boleto de vida en su propio cuerpo, era un jodido imbécil.
Y se llamaba así mismo un gran imbécil por haber permitido eso, desde un principio.
Guardó aquel objeto en el bolsillo de su túnica no sin antes volver a tener aquel cuchillo de plata que Hades le había regalado personalmente. Esto te será muy necesario, además a veces necesito un fiel sirviente. No entendía aún aquellas palabras cuando se las dijo, simplemente lo tomó bastante seguro de que sería una buena arma pero ahora estaba confundido, no era una arma para las demás personas, aquel objeto tenía algo escondido en este.
Al escuchar como la puerta se cerraba, volvió a guardarla en su lugar para dirigir su mirada hacia la entrada de aquel comedor.
Se encontró con HeeChul quién le inspeccionó con la mirada en silencio, permanecieron así un momento antes de que este comenzara a caminar hacia donde estaba, seguía sin decir nada. El silencio que había en ese salón era demasiado cómodo como para echarlo a perder, pero claro que se vió interrumpido cuando el mayor jaló de la silla a lado del rubio para poder sentarse.
—Tenemos a los suficientes renegados como para que SiWon planee atacar —el mayor se lamió sus labios—, pero quiere tener los suficientes para tener este mundo bajo control.
—El mundo de los humanos es más tranquilo.
—Si, bueno... Ellos no saben vivir como se debe. Se dejan manipular tan fácilmente.
Ambos se miraron, debían de quedarse callados para no dar más ideas a Choi SiWon que por el momento solo quería apoderarse del universo mágico.
—Necesitó un poco aire, me siento raro estos últimos días que hemos estado aquí, Hyung. —obviamente no le diría el porque—, pero SiWon va a hacer un discurso sobre los magos que están al poder con sus nuevos aliados. Muchos van a asistir.
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• Ya'aburnee; [ Kyusung ]
FanfictionEl instituto Kairos ha sido abierto desde tiempos remotos para todos aquellos magos, seres de magia, etc, dispuestos a controlar su magia y aprender a vivir con ella. Más ahora que el siglo XXI es totalmente distinto. KyuHyun hijo de grandes magos...