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—Te he visto un poco raro... Animado si podría decirse.

Yesung dejó de ver su varita para ponerle atención a HeeChul quien se llevaba un trozo de manzana a la boca.

Negó alzándose de hombros, debía de fingir muchas cosas y entre esas era sobre aquellos pequeños encuentros que tenía con KyuHyun Loup, ese licántropo con magia que se estaba metiendo en su mente en cada maldito segundo. Sabía que su padre al enterarse pegaría el grito al cielo de tan solo saber que un Loup lo estaba casi hechizando.

A su padre o cercanos, incluso HeeChul les daba igual su orientación sexual. Para ellos podría estar con un hombre que lo hiciera feliz y punto, pero jamás se había detenido a pensar en eso, ni lo había necesitado. No hasta ahora, provocando que estuviera un poco más distraído y bueno, si, HeeChul tenían razón; más animado o incluso podría decirse que amable con los demás. Suponía que por eso era la cara de sorpresa de algunos.

Lo malo es que no podía contarlo a los demás. Tenían esa maldita costumbre am igual que los humanos, en que una relación del mismo sexo era mal visto. Hombre y mujer, así tenía que ser. ¿Pero por qué? ¿Quien lo ordenaba? Claro que era normal ver a una persona heterosexual casi comiéndose a besos en las calles pero ver a dos personas del mismo sexo, las cuales tomaban sus manos, ya era una aberración.

Por lo menos había algo bueno de lado de los malos. Aquello para ellos les daba igual, uno podía llevar su vida como quisieran. Juzgar la vida de los demás era la cosa menos importante.

—Mira Hyung —murmuró mientras guardaba su varita y sacaban algo más de su saco—, lo traje del mundo de los humanos.

Murmuró mientras señalaba aquel aparato rectangular y delgado, el cual brillaba con su pantalla apagada.

El mayor lo tomó entre sus manos sorprendido, habían oído muchas veces de aquellas cosas pero jamás habían tenido unos en sus manos. Decían que eran divertidos y que le robaban el tiempo a los humanos, lo cual no le encontraba sentido pero para estos si: celulares. Les llamaban.

—¿Cómo conseguiste esto? —el mayor miró a sus lados y después comenzó a tantear aquel aparato.

—El otro día acompañe a mi padre al mundo de ellos. Me di una escapada, y vi que un tipo lo dejaba sobre la banca mientras iba a comprar algo. Supongo que ya no lo necesitaba.

HeeChul encontró como prenderlo sorprendiéndose, era brilloso y tenía varias funciones.

No era necesario saber cómo se usaban, pues en las clases que les impartían sobre los humanos. Aquél tema venía incluido por si algún momento necesitaban de uno de estos en aquel mundo. Si es que lograban ir por alguna misión en especial.

—¿Y a que fue tu padre allá? —se metió a la aplicación de la cámara mientras sonreía al ver su reflejo—, yo sí me daba, no mame..

—Hyung —rió un poco bajo aun teniendo cuidado de su alrededor—, no entendí muy bien. No estoy vinculado a sus planes.

El mayor guardo aquel aparato en su saco sin siquiera preguntarle al mayor si podía quedarselo, se lo regalaba o que. Aún así pareció no darle importancia para Yesung quién miró a sus lados de nueva cuenta dos veces seguida.

Entonces se acercó al oído de HeeChul para poder comentarle.

—Entendí que fue a ver a un mago oscuro, reside en el mundo de los humanos desde hace algunos años y lo demás no pude entender muy bien. Fue cuando decidí alejarme.

Se separó para volver a tener la distancia qué tenían hace un momento. Podía ver la sorpresa por parte del mayor quién con su mirada le pedía más explicaciones las cuales no tenía por supuesto.

• Ya'aburnee; [ Kyusung ]    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora