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—¡La noche es de ustedes! ¡Beban y disfruten, bienvenidos a Kairos!

LeeTeuk sonrió como siempre mientras los aplausos y gritos se hacían escuchar de inmediato, el polvo de las hadas comenzó a caer provocando la simulación de una lluvia de estrellas mientras la música comenzaba a sonar.

Los músicos comenzaron a tocar con ritmo, algunos alumnos se acercaban a la gran mesa enorme que contenía demasiados alimentos de los cuales estaban disfrutando. Algunos otros habían tomado a su pareja de baile para estar en la pista mientras bailaban al ritmo de la música. Otros simplemente se quedaban parados con alguna bebida o comida en sus manos mientras platicaban, o reían. Y unos pocos, eran quienes se quedaban parados, ya fuese por timidez, ir solos, ser asociales o muchas cosas más.

Después de todo era lo que se merecían después de una charla de casi media por parte de LeeTeuk quien seguía hablando sin poder tener un botón de apagado. Incluso algunos ya hasta se habían aburrido. No los culpaba.

Las ninfas eran las encargadas de acercarse a los alumnos para ofrecerles bebidas o comida. Siempre deslumbraron con su belleza natural, pero ignorando los fallidos cortejos de algunos alumnos que se creían guapos. Los mayores sabían que ninguno tendría alguna oportunidad, pues las ninfas estaban enamoradas de la naturaleza, jamás estarían con alguien más.

Yesung se sintió nervioso cuando divisó la mirada de KyuHyun entre la multitud de todos aquellos estudiantes. Mientras el director daba el discurso, los jefes estudiantiles se encontraban a cada lado de este como sus guardias. Habían recibido un gran aplauso por ser los responsables de aquel festín. Tuvo que evitar reír al escuchar decir a HeeChul que solo los amaban cuando más les convenía. Pero era cierto.

Observó a todos bailando y simplemente quería parecer normal, seguía sintiendo aquella mirada que le ponía los nervios a flor de piel. No era nada discreto, le iba a partir la cara si pudiera.

—Mis niños vengan aquí. —LeeTeuk se alejó del micrófono para llamar a los 4 que se acercaron—, como siempre, ya saben que habrá el chistoso que ha introducido vino fuerte al festín, así que saben tendremos alumnos borrachos que saldrán.

—¿Y quién se encargará de aquí adentro?

YunHo cruzó sus brazos no muy convencido.

—Los maestros y yo estaremos a cargo de los que permanezcan en el auditorio y los pasillos. —el mayor les miró mientras daba una rápida mirada a aquellos maestros que parecían gendarmes—, así que ustedes estarán encargados de a los alrededores. Sabiendo que estamos de noche y esto acabara hasta por la madrugada, no pueden dejar que ningún alumno pase al bosque. No quiero problemas.

Asintieron mientras comenzaba a retirarse uno por uno, excepto por Yesung quien se mantuvo a lado de JungSoo por unos segundos. Tenía ganas de preguntarle algunas cosas pero simplemente prefirió mantenerse en silencio.

—¿Pasa algo, Yesung?

—Nada, prefiero estar afuera que aquí adentro —murmuró dando una vista rápida a los alumnos que bailaban aquellas melodías aburridas—, a veces los humanos son más divertidos.

—Yesung.

—Solo decía, solo decía Hyung. Estaré al pendiente.

Susurró después de escuchar aquel tono molesto en el que LeeTeuk le había respondido. Sabía que estar tan interesado en los humanos era algo malo, uno solo podía permanecer menos de unos días en aquel mundo.

No era lugar para ellos y totalmente ilegal tratar de formar parte de estos.

Salió del pasillo para familiarizarse con la oscura noche que rodeaba este al igual que el intenso frío que se sentía. Lo único que le daba luz a aquella noche, era la luz de las antorchas que escapaban de las ventanas del castillo y de la inmensa luna que los cubría aquella noche.

• Ya'aburnee; [ Kyusung ]    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora