• Ya'aburnee; [ Kyusung ]

• 29;

—Realmente estoy impresionado contigo, no pensé que lo hicieras —SiWon murmuró mientras no despegaba la vista de su mano, pues contemplaba aquel anillo—, y lo hiciste tan bien.

Yesung mantenía sus brazos cruzados sin despegar la vista de este quién estaba plácidamente sentado sin tener ninguna preocupación por encima.

No decía nada, sabía que el anillo no era para él. Pero no podía negarse a nada cuando esté se lo pedía, no porque se considerará su títere, simplemente le estaba haciendo creer que lo tenía bajo su mandato, controlarlo a su manera en lugar de que este lo controlase a él. Una buena manera de estar jugando.

Sonrió un poco de lado tratando de no verse muy molesto aunque lo estuviese, no le gustaba aquel comentario que había dicho.

—Pudiste haber ido tú. No soy tu títere.

—Tenía que saber si eras capaz. Si vas a estar a mi lado, debe ser alguien digno.

Yesung rodó un poco sus ojos antes de poder acomodarse en aquel lugar donde se encontraba totalmente incómodo, solamente deseaba el querer descansar un poco.

De tanto estar pensando, recordó algunas cosas.

—No me gusta la runa detrás de mi cuello, me hace sentir demasiado... Débil cuando estoy mucho tiempo lejos de ti.

—¿Cuánto tiempo paso hasta que volvimos a vernos hoy?

—Casi dos semanas desde la última vez..

—Bien, entonces cada semana tienes que estar conmigo... Aunque si aceptaras el abandonar aquel horrible mundo, todos los días sería bueno.

Desvío la mirada tan solo de recordar porque quería seguir en el mundo mágico, en aquel instituto. Aunque fuese lejano, sin decir nada, simplemente quería ver lo posible que pudiera a KyuHyun, aunque sus brazos estuvieran alrededor de alguien ajeno a el.

Aunque al recordar la última plática que habían tenido, hizo que sintiera náuseas y molestia. 

Jamás lo iba a elegir ni porque estuviera en peligro.

Escuchó los pasos contra la madera, ni siquiera se había atrevido en alzar la mirada pues solamente se estaba haciendo una vaga idea de cómo sería una vida junto a un KyuHyun maduro, valiente. Si tal vez no fuesen magos, un licántropo. Si tal vez su vida hubiese sido normal, en un mundo como el de los humanos donde no debían de preocuparse más que por conseguir un buen trabajo cuando llegaran a su madurez, y no en un mundo como el suyo.

SiWon le obligó a alzar la mirada cuando le tomó del mentón, así se encontró con este justo enfrente suyo. Solamente se quedaron mirándose en silencio, sin decir nada. El mayor le estaba analizando sus pensamientos.

—Yo sería capaz de poner una corona en tu cabeza y hacer que muchos se arrodillen ante tu presencia —este comenzó a descender hasta quedar enfrente suyo—, solo pídeme lo que quieras.

Yesung tuvo las intenciones de alejarlo con un manotazo, sin embargo se contuvo en sus pensamientos. Sonrió solo un poco sin exagerar, sabiendo que estaba teniendo lo que quería al estar jugando con la mente de aquel mago.

Recargó su mejilla contra la palma del más alto, cerrando sus ojos y respirando con profundidad.

—¿Lo que sea? ¿Estas seguro?

—Soy SiWon Yuan, ¿No crees en mis palabras?

—Te creo —abrió sus ojos sin bajar la seguridad—, pero supongo que todo eso tiene un precio, ¿Verdad?

El mago asintió mientras bajaba sus manos hacia los muslos del más joven para comenzar a acariciar estos de arriba a abajo sin despegar la vista del pelinegro, quería ver sus reacciones al tocarle.