• Ya'aburnee; [ Kyusung ]

• 39;

Sabía porque se encontraba en aquel lugar después de recibir las órdenes de SiWon quién de vez en cuando le repetía que no se le ocurriera traicionarlo o se las iba a pagar, y bueno, ahí se encontraba, justo donde se había prometido no regresar. Al universo mágico.

Las calles eran bastantes coloridas, tal como era de esperarse, los magos iban de un lado a otro. Carros llegaban volando por si solos hasta estacionarse en el suelo, algo que le resultó agradable de ya no tener que ver cómo los pegasos eran explotados al tener que cargar con cargos que no eran los suyos. La gente iba de un lado a otro, comprando muchas cosas. Podía ver a algunos chiquillos ir con sus uniformes debido a que al parecer les daba flojera el tener que cambiarse.

Sabía que debía de retirarse, debía de hacerlo pero sentía la necesidad. Su corazón no lo estaba dejando en paz desde entonces, aunque sabía que no debía de estar ahí.

Dió una larga mirada a su alrededor para ver aquellos edificios no tan altos, los faroles en cada esquina de aquella avenida. El atardecer morado que siempre había anhelado volver a ver algún día. En el mundo humano era raro ver uno, y si sucedía, había explicaciones científicas, algo que los magos no entendían mucho a menos que se especializaran en aquel tema referente al mundo mágico.

Se quedó mirando un par de adolescentes que iban con el uniforme de Kairos, se veían muy felices caminando con sus libros entre manos. Eso de inmediato le hizo pensar en LeeTeuk, llevaba ya algunos 3 años sin verlo. Admitía que a veces lo extrañaba, pero le avergonzaba verlo a la cara, se había convertido en aquello que juro no ser.

—Señor...

Tomó con rapidez lo que aquella niña en bicicleta boba repartiendo, iba tan rápido y sin tocar el suelo en su afán de querer terminar con rapidez.

Observó aquel periódico entre sus manos para ver el título; Masacre en Ade. .

¿Así que el pueblo que habían atacado se llamaba Ade?

Antes de que pudiera avanzar para poder cruzar aquella calle fue detenido de inmediato al ser tomado de su muñeca. No hubo necesidad de voltear a ver quién era cuando bien lo conocía.

—Se van a dar cuenta de tu ausencia.

Suspiró para si mismo no sin antes echar una rápida mirada al frente suyo.

—No me iba a tardar demasiado. —Giró a verle y extendió aquel periódico hacia a este—, SiWon quería algo grande y mira que lo fue.

—Bueno, sus vidas sirven para algo. ¿No crees?

—Solo dormían.

El mayor se alzó de hombros totalmente desinteresado mientras daba una rápida mirada al periódico y decidía darle vuelta para ver la siguiente sección.

Se le quedó mirando en silencio por largos segundos mientras la gente seguía caminando entre ellos, sin tener idea de quienes se trataban, que estaban pasando a lado de unos magos oscuros, renegados, asesinos, ladrones. Estaba seguro que así estaba bien por el momento, no había necesidad de crear algún show, no quería la atención de todos.

Estaba totalmente estresado, de verdad que necesitaba un respiro. Pero ambos sabían que no podían estar en paz, los planes de SiWon seguían en aumento y debían de conseguir nuevos magos que quisieran estar de parte del mago antes de caer como esclavos cuando esté se apoderará del poder de universo mágico.

Y a eso mismo era lo que estaban en ese momento. Como fieles seguidores de Choi SiWon en el mundo humano, y Yuan en este. Daban la cara en representación suya.