Capitulo 73

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Cerré los ojos por naturaleza, o en realidad, estaba muy cansado y tenía mucho sueño así que no dudé más que en dormirme ya y tratar de olvidar todo.
Y luego desperté, así de la nada. Pero no tenía intenciones de levantarme, había sido la noche más corta de todas. Y si bien recuerdo soñé algo, soñé que veía a ___ en algún lugar que no pude identificar, luego mis manos empezaban a sangrar y todo se volvió negro. Ultimamente he tenido sueños de ese estilo, extraños. Pero, debe ser el estrés del nuevo tour y las grabaciones y todas esas cosas.
De pronto sentí una lengua áspera pasar por toda mi mejilla, el gatito de ___, este pequeño travieso me hizo levantarme. Se había subido a la cama y a dejar babeada toda mi cara, de seguro tenía hambre. Me estiré como hago todas las mañanas y con un pequeño bozteso logré salir de la cama, me lavé la cara y noté que tenía un pequeño dolor de garganta y congestión nasal, pero no le tomé importancia. Bajé ver si estaba ella en algún lado, quería disculparme por lo de anoche, no quise hacerla sentir presionada, tampoco fue mi intención que mis deseos fueran más allá al intentar besarla, lo menos que quiero es estar mal con ella.
Pero no ví a nadie, me había quedado solo en una casa ajena. Hasta que ví una nota en la cocina con su caligrafía, podía reconcerla hasta a metros de distancia. 
“Estás solo ahora, deberías preocuparte, hay fantasmas. No, mentira. Salí a comprar jugo que ya no hay, sabes que no puedo vivir sin jugo... Att: ___ Xx“

-Narra ____
Devuelta a casa con dos grandes envases de jugo de naranja, con mucho cuidado ya que son de vidrio y considerando mi alto nivel de torpeza podría tropezar y caer. Ya no había lluvia, pero tampoco había sol, el cielo estaba nublado pero no había señales de agua. Y así iba caminando por cada una de las calles Londinenses con el olor a tierra mojada y el sueño que casi me derrotaba y cabeceaba aún caminando, era demasiado temprano, casi las 8:45 am. Bueno, es temprano para mí. Me dolía un poco la cabeza y parecía que un resfriado se aproximaba, dificultad para respirar y un poco de tos. Debió ser por la empapada de ayer. 
No habían muchos autos pasando a esa hora, enrealidad sí, pero pasaban tan rápido que ni los notaba, era increíble el sonido de la ciudad a tan temprana hora del día, aunque habían muchas personas caminando en la calle, no eran miles o cientos, pero si bastantes. Una camioneta Ford fue la última que ví antes de que dejara de ver a los autos y concentrarme en mi camino, pero fallé en eso, el auto aceleraba y paraba y así sucesivamente. Hasta que un chico se bajó bruscamente del auto en movimiento, no pude reconocerlo.

–¡____! –Dijo agitado, se paró enfrente de mí.
–¿Niall? –Dije yo asombrada-, ¿Te bajaste del auto y ca…
–Perdóname… -me interrumpió- 
–¿Ah? 
–Discúlpame, perdóname, porfavor. –Tartamudeó- Te juro que, no entiendo lo que pasa… es confuso para mí, el chico que viste ayer, no era yo.
Reí no tan fuerte, pero lo suficientemente alto como para que lo escuchara.
–No quiero hablar de eso ahora.
–Yo sí, no te quiero perder.
–Debiste haberlo pensado antes de olvidarte de mi existencia, de todo lo que habíamos pasado y hacerme sufrir. No es el mejor momento para hablar.
Lágrimas empezaron a salir, no mías, de él. Raras veces lo había visto llorar.
–Entiende que, yo no quería hacerlo.
– ¿Entenderlo? Tú deberías entender que sí querías estar con otra chica, primero tenías que haber terminado conmigo. Mínimo, ¿no?
–Pero es que –tartamudeaba- yo te amo.
–Yo también, Niall. Yo también te amo. Pero sin embargo parece que no te importa.
–Si, si me importa lo que pasa es que… es que…
–Dime por que lo hiciste y consideraré darte una oportunidad.
El no dijo nada, sólo vió al suelo
–Eso pensé. –Dije yéndome.
–¡Espera! –me detuvo unos pasos después
Se posicionó delante de mi y se desmoronó en el suelo lentamente hasta quedar arrodillado, me asombré y miré hacia los lados, todas las personas que pasaban se nos quedaban mirando. 
–Niall, levántate… -jalándolo de la camisa ligeramente
No mostraba señales de querer levantarse, sólo estaba ahí casi con la cabeza en el suelo. Llevaba una camiseta que hacía ver gran parte de su espalda, y fue por eso que me pude dar cuenta de que tenía marcas de arañazos.
–Por Dios, tienes un chupetón en el cuello… -Dije señalándolo y golpeándolo con suavidad.
Él suspiró. Flexioné mis piernas y quedé cara a cara con el, casi sentados los dos en el suelo.
–¿Te parece si vamos a tomar algo y me hablas sobre esto? –le susurré.
–Está bien. –Tartamudeó con un poco de miedo.

Caminamos juntos, él me ayudó con las bolsas de compras que llevaba hasta que llegamos a un tétrico café con una decoración bastante peculiar. Pero el olor a café recién hecho era irresistible a tan sólo entrar en el lugar. Tomamos asiento y miré el Menú mientras él sólo tenía la cabeza baja con los dos brazos cruzados, tenía una camisa bastante escotada como había mencionado antes, era increíble que no estuviera congelándose.

–¿No tienes frío? –pregunté rompiendo el silencio.
–No… -respondió seco.

Pedimos dos cafés simples y no hablamos nada hasta que nos lo trajeron, el sólo lo miraba, no se atrevía a tomarlo.

–Así que, si querías hablar, es tu oportunidad.
–Mira ___, no es fácil… sólo, no quiero perder el control denuevo, no contigo.
–Mínimo explícame, ¿no? No te entiendo.
–Yo… -tartamudeó- yo te engañé, salgo con otra mujer.
Sonreí falsamente.
–No pues, que sincero…
Trataba de tomarlo a la ligera.
–Pero enrealidad no soy yo… yo no soy el enrealidad.
–Hmmm, claro. Sabes Niall, no entiendo nada… nada, nada.
Tomó una gran bocanada de aire y luego exhaló con fuerza soltando un suspiro.
–Yo, bueno, yo… estoy enfermo. ¿Sí? –dijo mirándome al fin a los ojos. Pude notar sus ojeras y sus ojos inchados. 
–¿De qué? –respondí temerosa.
–Tengo… -tartamudeó con dificultad- algo que se llama “Trastorno de doble personalidad” y trastorno bipolar.
Me quedé un tiempo pensando, no tenía ni idea de lo que era. Había escuchado de eso pero no sabía con certeza que era exactamente.
–Y bueno, ¿Qué es eso? –con preocupación
–Es cuando una persona vive dos realidades distintas, con características diferentes, actitudes diferentes... sólo… mantiene dos vidas, generalmente opuestas. 
–O sea que, una parte de ti es como eres ahora, y la otra parte es…
–Completamente distinta. Tengo dos vidas diferentes, dos personas totalmente distintas viven en mí. Además, suelo cambiar de estado emocional muy fácilmente, en menos de un segundo –rompió en llanto- soy un fenómeno, mi vida… un fenómeno. –colocando sus manos en el cabello-
–No digas eso, no eres eso… pero, ¿estás seguro?
–Me obligaron a ir a un Psiquiatra, todos estaban preocupados por mi comportamiento. Y el… el me dijo que tenía eso. Y ahora, no sé que hacer… no te quiero perder ____, tu eres mi vida. Pero, esto es involuntario. Después de cambiar de persona, sufro una clase de amnesia que provoca olvidar lo que la otra persona hizo. 
–Esto es confuso pero… pero…
Contenía las lagrimas, no quería llorar enfrente de el. Yo sabía que el no era así, el no me podía hacer esto.
–¿Desde cuando lo sabes? ¿Por qué no me dijiste? –le dije-
–No lo sé, no lo puedo recordar. –Limpiandose las lágrimas
–No llores. –dije acercando mi silla a la de el- Te prometo que, estaré aquí, a tu lado… hasta que te recuperes. –tocando su cara ligeramente-
–¡No me toques! –dijo agarrando mi mano bruscamente-
–Niall, espe…
–Creíste que era tan fácil, ¿no? Maldita.
–¿Qué? Niall por favor calmat…
–¡No me digas que me calme! –dijo casi tirándome al suelo- Eres tan fácil que te metes con cualquiera… 
–Niall, para, para, yo no he…
–Estúpida, eso es lo que eres… ¡una estúpida!

Sus gritos e insultos se escuchaban por toda la cafetería, tanto que el empleado se acercó a ver y se fue asustado, dejándome ahí… yo trataba de calmarlo, pero lo unico que hacía era “provocarlo” más. Él tenía razón con todo lo que dijo, pero no pensé que cambiaría de persona justo ahora, ahora mismo. En poco tiempo me tenía en el suelo con las manos en el cuello, cortándome un poco la respiración, él me había golpeado… varias veces, sin explicación. Sólo alcancé a decir “No me hagas daño” con una lágrima escapada de la mejilla, antes de quedar inconciente.

No es una tipica historia de amor (Niall, Harry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora