SI ME DESPIDO (1/2)

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De un lado a otro giraban la cabeza tanto su madre como su hermana pequeña, admirando el gran dibujo que tenía Lisa tatuado en el costado izquierdo, ese gran cisne de plumaje blanco se mostraba elegante y sofisticado sobre el agua apaciguada, donde se reflejaba el comenzar de un florido cerezo de tono más claro que la mitad de la camelia, el rojo de la flor intensificaba el tatuaje, incompleto por la otra mitad que faltaba y no se hallaba junto a las tres Manoban en aquellos instantes.

—Tiempo atrás me hubiera infartado por verte de repente con un tatuaje, pero hoy en día no me importa qué hagas siempre y cuando seas feliz, ¿estás contenta, mi hija? —Sonriente, Lisa asintió—. No puedo dejar de pensar en lo loco que ha sido pero el resultado ha sido precioso —dijo Alice sin poder evitar mirarlo.

—Estoy de acuerdo con mamá, es hermoso hermanita. Me encantaría ver la otra mitad de Jen, debe verse más impresionante aún —añadió Freya entregándole nuevamente la camiseta a su hermana mayor—, lucirá muy bien junto a tu traje de baño.

El timbre de la casa sonó, Alice se levantó del sofá—: debe ser vuestro padre, ¿ya tenéis todo listo? —Ambas hijas asintieron, caminando tras ella hacia la puerta.

En efecto, detrás de la puerta estaba su padre, a quién saludaron con sumo afecto antes de montarse en su coche para ir al restaurante donde había reservado una mesa. Entre platillos se ponían padre e hijas al día, curioso el hecho de que hacía tanto tiempo que no se sentían tan cercanas a este.

Tras dejar la copa de vino de vuelta a la mesa el señor aclaró su garganta, y vacilante dijo—: Dime, Lalisa, ¿cómo te has estado sintiendo al vivir junto a ella?

Esta no pudo evitar sonreír.

—Estoy genial con Jen, ella me cuida muchísimo, así que no tienes de qué preocuparte, papá —explicó con un tono repleto de calidez.

—No me preocupa ese aspecto, sé que estás en buenas manos si se trata de Jennie. Más bien me gustaría saber si habéis hablado acerca del camino que tomarás —Ante la mueca de seriedad este continuó—. Hija... en el pasado mi intención era separarte de ella sin importar la manera, pero ahora...

—Papá...

Este interrumpió—: no, déjame terminar. Nunca me parecerán suficientes las disculpas contigo y con ella, lamento haberme comportado como un idiota. Cielo, ya no me importa si no vas al extranjero, puedes ir a una buena academia aquí, y de este modo... —Esta vez fue Lisa quien lo interrumpió.

—Papá, no es necesario que te disculpes más, la decisión de marcharme ha sido mía. Ya no es sólo por el prestigio que tenga esa academia en comparación al resto, necesito marcharme para cambiar de aires después de todo lo que ocurrió.

—No te entiendo, pensé que no querías irte, Además, tu madre me ha dicho que has progresado mucho con Eun Yeong, ¿no es así?

—Sí, Eun Yeong me ha ayudado mucho, le comenté acerca de esta decisión y me dijo que en cualquier caso sería beneficiosa para empezar de cero y renovarme, además, a ti tampoco te faltó razón cuando me dijiste que esa era la mejor opción para mi futuro —comentó mientras tomaba otro bocado.

—Ya veo, entonces la decisión ya está tomada, ¿cierto? —Lisa asintió—. En ese caso, ¿se marchará contigo? No sé si habréis barajado opciones, pero si queréis iros juntas puedo ayudaros haciéndome cargo de todos los gastos para que no tengáis que preocuparos por nada —propuso él.

La rubia negó con la cabeza—: mamá me dijo lo mismo que tú, ya lo hemos conversado y ella no quiere marcharse porque eso le supone dejar atrás a su hija y a su hermano. Eso por no decir también que justo ahora está arrancando su propia carrera musical. Ojalá fuese tan sencillo como lo cuentas, papá, pero no lo es.

Última RimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora