DÍMELO

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—¡Dios, otra vez lunes! Que ganas que termine ya la semana... —bufó Rosé con desdén, entrando al salón seguida de los otros tres que bufaron del mismo modo, de acuerdo. Se sentaron, esperando entre cortas charlas a que llegara el tutor, esperando a comenzar con la clase.

—Buenos días a todos, antes de nada y para evitar malas caras, ¿hay algún voluntario para iniciar con las presentaciones? —preguntó, paseando su mirada de lado a lado entre los alumnos hasta que la castaña alzó la mano, sus tres compañeros abriendo los ojos y negando con la cabeza.

—¿Qué haces, Jen? —preguntó alarmada Rosé, en voz baja.

—Nos hemos preparado bien, no te preocupes, Rosie. Además, así nos lo sacamos de encima... ¿no crees? —Su sonrisa les transmitió seguridad a sus amigos, aceptando salir los primeros.

—¿Saldréis vosotros, señorita Kim? —La mencionada asintió, levantándose de la silla junto al resto de camino a la mesa del profesor.

—Esto... necesitamos coger un par de cosas del aula de música, si no es mucha molestia... —pidió esta.

—Claro, decidle a la señorita Susan que vais de mi parte —le respondió este, con una sonrisa amigable. Los cuatro volvieron al cabo de unos minutos con una guitarra y un teclado. Se instalaron cómodamente bajo el tenso silencio del aula y las miradas y bajos murmullos de desinterés y burla.

Sentados en sus sillas, colocadas como una media redonda, todos se veían las caras, Rosé con la guitarra y Mino con el teclado, dándose la señal para iniciar a tocar los instrumentos, Jennie viendo de reojo como Hyo-Jong cabeceaba con una sonrisita el clásico ritmo urbano que comenzó a llenar aquel salón, contagiando a varios de los alumnos que finalmente se dejaron llevar por la melodía.

(Bambam):

Ya nadie se ayuda, y suena ilógico...

Que al ser humano le cueste ayudar al prójimo,

Cuando alguien fracasa no podemos controlarlo, preferimos filmarlo que ayudarlo,

Y luego subirlo, pues, para humillarlo, y burlarnos más, después, pa' castigarlo,


(Jennie):

Este mundo dejó de ser mundo ya hace rato,

Me paso tu fortuna por el mismo sitio que me paso tus contratos,

Tú no eres tan sabroso, tú eres muy poco plato,

Ponerte un bling-bling no te convierte en capo. 


(Mino):

¡Papo! ¡Yo vengo de donde el que tiene cuatro trapos, los convierte en siete y tres los vende pa' comprarse los zapatos!

Modestamente vivo y escribo a cada rato,

Un tema pa' los que me siguen, que son cuatro gatos,

Cuatro que descubrieron que el cerebro es para usarlo, la vida pa' vivirla y los conceptos para respetarlos.

 

(Bambam):

Callado pero observándolo todo,

No soy un cerdo pero le he cogido el gusto al lodo,

Al under, a ser subestimado por los bobos que no saben que la música que escuchan ¡es un robo!

Última RimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora