DAÑO

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Notando la ausencia de Jennie en la cama, Lisa terminó de estirarse en un bostezo. La llamó un par de veces, sin hallar respuesta dentro de la habitación.

Terminó de asearse, y una sonrisa se apoderó de su rostro al percibir un rico aroma a tortitas desde la planta baja nada más abrir la puerta del baño.

Bajó directamente a la cocina. Se recostó en el marco de la puerta para observar cómo esas tortitas se hacían en la sartén, pues la que estaba de espaldas parecía decorar uno de los platos con esmero.

—Buenos días.

Jennie dio un brinco del susto, sus reflejos se vieron comprometidos con el plato que estuvo a nada de arruinarse en el suelo.

—Mierda, estaba tan concentrada que ni siquiera te escuché bajar, que susto me distes —murmuró a la que se acercó en busca de un beso de buenos días, esta brindándoselo sin traba alguna—. ¿Cómo amaneciste?

—Bien, muy bien, más desde que empecé a oler el almuerzo —observó el plato que tenía entre manos—. Me sorprende que sea la primera vez que estés cocinando algo dulce, aunque debo decir que tiene un aspecto genial.

—Gracias, pero no es mi primera vez haciendo tortitas. Ella me pedía bastante seguido que se las hiciera, así que me vi obligada a aprender.

—Vaya, pues si las tortitas están tan ricas como lo de anoche supongo que serán las mejores que habré comido jamás.

—Sí, es así, y te aseguro que estoy hecha toda una experta —bromeó decorando también su plato—. Ya está, vayamos afuera mejor.

Sentadas en la mesa a punto de terminar su desayuno, una notificación en el móvil de Lisa le provocó tal sonrisa que Jennie se vio obligada a preguntar la razón—: ¿qué ocurre que te ves tan emocionada?

—¡Jay Park acaba de estrenar su nueva canción! Voy a escucharla ahora mismo —soltó en un agudo chillido. Reprodujo la canción, prestando atención a cada letra de esta.



El ritmo decreciente anunció el final, volviendo más radiante la sonrisa de la rubia, satisfecha con la nueva creación de su cantante favorito.

—¡Genial! Aunque, ¿por qué me da la ligera sensación de que esta canción habla con mucha precisión acerca de nuestra situación hasta hace poco? —comentó expresamente. La castaña se hizo la desentendida, continuando con el último bocado—. Jen...

Esta terminó de masticar, tomándose su tiempo para responder—: pura coincidencia, nada más —dijo mientras se levantaba de la silla para recoger rápidamente los platos en dirección a la cocina.

Lisa se puso de pie para perseguirla, muerta de la risa.

—Claro, y yo nací ayer. No te hagas la tonta, sé que esto lo has escrito tú porque él lo dijo en su último directo, y además... Aparece tu nombre en los créditos —Le mostró la pantalla, esta abriendo los ojos de par en par—. Lo hiciste a propósito, ¿verdad? —dijo, burlonamente.

El agua del grifo se encargó de hacer más acentuado aquel silencio hasta que Lisa lo cerró. Jennie maldijo interiormente al que le había prometido no incluir su nombre en los créditos, además del tirón de notificaciones que comenzaron a invadir su móvil, el cual apagó al instante. Ante la mirada burlona de la rubia, esta suspiró mientras asentía vencida con la cabeza, girándose completamente hacia ella.

Última RimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora