FALSAS PROMESAS

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—¿Enserio Jay Park sacará una canción con CL? —preguntó Rosé, sacando sus libros de la taquilla, igual que la castaña.

—Sí, no sé cuándo exactamente, pero me pasará la canción cuando esté casi lista para que le diga que tal... tengo entendido que será un tema refrescante, ya sabes

—¡Qué bien! —dijo, emocionada.

—H-hola, Jennie —Las dos se giraron, viendo a Lisa con una mueca algo extraña para la castaña, que se quedó mirándola callada, intentando descifrar la expresión de esta.

—Hola, Lisa. ¿Cómo estás? —saludó Rosé, rompiendo con la repentina tensión que se formó.

—Bien, esto... Jennie, quiero hablar contigo un momento... —dijo, incómoda.

—Claro... dime —Lisa se quedó mirando a la pelirosa, que tras unos segundos captó la indirecta.

—Oh, vale. Jen, te espero en el aula —habló, yéndose después de que Jennie asintiera.

—¿Estás bien, Lisa? Te noto rara... —iba a tocarle el antebrazo cuando esta se lo retiró.

—E-estoy bien, sólo quería decirte que... bueno, no podré acompañarte el viernes...

—¿Por qué? Me lo prometiste... dijiste que no me ibas fallar...

—E-es que... —Una voz masculina la interrumpió.

—Buenos días, pequeña... —saludó Jackson, acompañado de su grupo. En cuanto la rubia se volteó este le plantó un beso, mirando a la castaña victoriosamente, que sólo vio la escena con una ceja arqueada, manteniendo su compostura con una sonrisa chulesca al comprender lo que estaba ocurriendo—. Vaya, Kim, no te había visto, es que mi novia se lleva toda mi atención —rio, desafiantemente—. Te veo luego, Lis —dijo, dándole otro beso antes de irse y dejar a la menor con la palabra incomodidad en su rostro frente a la mayor.

—J-Jennie... yo... —intentó explicarse—. Me agrada pasar tiempo contigo pero... no puedo. Y-yo no...

—De acuerdo, Lisa... ya entendí. Igualmente has roto una promesa, pero si no me quieres acompañar para que tu... novio, no se enfade contigo... lo comprendo, está bien —enfatizó venenosamente sus palabras, haciendo sentir mal a la rubia—. Espero que las cosas con él te vayan mejor esta vez... —Se marchó dirección a su aula, dejándola estupefacta mientras veía la figura de la castaña desaparecer por los pasillos repletos de gente.

Jennie entró a su salón, mirando de reojo al que la observó socarronamente, gesticulando con los labios un es mía. Lo evadió, intentando no sentirse inconscientemente molesta, defraudada con el reciente suceso. Llegó el tutor, dándoles la bienvenida a sus alumnos.

—Buenos días, hoy tendremos una sesión algo especial. He notado que últimamente hay varias indiferencias entre algunos de vosotros, y quiero que hagamos un círculo y hablemos de la mediación, de la importancia acerca de la convivencia entre vosotros, mis queridos alumnos. Así que, adelante —explicó animado, con una sonrisa amable. Movieron sillas y mesas, formando un círculo en el que todos se veían las caras.

—Bien, quiero empezar marcando un par de aclaraciones y normas: el objetivo de esta sesión es que aprendamos a sobrellevar las disputas que se puedan ocasionar, si alguien quiere expresarse acerca de algún problema que tenga de cualquier tipo se le escuchará sin juzgar. Para hablar se tiene que pedir turno de palabra antes, y se tendrán que poner de pie. En caso que entremos en algún debate, recordad que hay que respetar el turno de palabra de los demás y responder sin ofender... ¿de acuerdo? —Todos asintieron. Empezó a explicar sus temas propuestos, iniciando pequeños debates para escuchar las opiniones de distintos alumnos, percatándose de lo ausente que se mostraba la castaña para como era de participe normalmente—. Kim, ¿tienes alguna opinión al respecto que nos quieras comentar? —Todos se quedaron en silencio, esperando alguna respuesta ingeniosa y profunda que nunca llegó, pues estaba tan sumida en sus pensamientos que ni se dio cuenta que se estaba refiriendo a ella. Volvió en si cuando Rosé le topó disimuladamente el brazo.

Última RimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora