La última bolsa antes de cerrar el maletero se encargó de cargarla Jennie, entrando tras las tres rubias y JB a casa de las Manoban.
—Mi amor, ¿seguro que no te has dejado nada en mi casa? —preguntó la castaña dejando más pertenencias de su novia en su habitación.
—Sí, he mirado varias veces y no me he olvidado de nada. ¿Me acercas la silla del escritorio? Necesito bajar mis maletas que están encima del armario.
Jennie asintió. Colocó la silla frente al alto mueble para que la rubia se subiera.
—Espera, podría ser peligroso, me quedaré aquí para asegurarme de que no te caes —Se posicionó tras ella, aprovechando para acariciar con toda libertad el largo de sus piernas, ¿y por qué no? Su trasero.
Lisa estalló a carcajadas—: mi amor... deja de hacerme reír por favor, se me escapa la fuerza y no podré coger las maletas.
—Está bien —terminó de decir, dejando en el suelo las maletas que le fue pasando.
Bajaron nuevamente al salón para comenzar a preparar el equipaje.
En la última maleta, Alice no permitió que Lisa añadiera una sola prenda de ropa más, trayendo de la cocina dos bolsas repletas de comida, en su mayoría fideos y otros platillos instantáneos.
—Mamá, ¿dónde vas con todo eso? —cuestionó Freya terminando por colar otros pantalones en el equipaje.
—Esto es para que se lo lleve tu hermana —Rodó los ojos ante las miradas de exageración que la avasallaron—. No me miréis así, no he ido a ninguna academia de baile, pero sí fui a la universidad y creedme cuando os digo que llegas al límite de tener que sobrevivir con este tipo de comida porque apenas tienes tiempo para respirar. ¿Por qué os pensáis que hoy en día me preocupo tanto por comer sano? Eso es porque en esos años no tuve muy buena alimentación, todavía me pregunto cómo no me desmayé en medio de algún examen —explicó—. En fin... Hija, no es como si fueras a comer esto todos los días, pero cuando te veas justa de tiempo, esto te sacará de muchos apuros, consejo de madre —dijo, entregándole la bolsa.
—Muchas gracias, mamá, pero sabes que podría comprar comida instantánea allí también, ¿verdad?
—No, no creo que encuentres los mismos productos que yo misma te he escogido meticulosamente. ¡¿Y para qué quieres llevarte tanta ropa y zapatos de aquí si allí sí puedes comprar lo que quieras sin problema alguno?! Haz caso a lo que te digo y pon esto en la maleta, anda.
Sin más, Lisa asintió, incluyendo toda esa comida en sus bultos.
—Cierto, Jen, he estado viendo publicaciones tuyas acerca de una nueva canción. Últimamente estás imparable chica, felicidades —comentó JB.
—Gracias, pero esta canción no es mía sino que la escribió el difunto Mark para que la cantáramos juntos, y hace unas semanas sus padres me pidieron personalmente que le hiciera un homenaje, así que, justamente eso he hecho. Todo lo que él escribió lo he dejado intacto y sólo he añadido unas cuantas letras mías. Jimin y yo nos metimos de lleno en mi estudio buscando qué sonidos solían caracterizar a Mark en sus canciones, y le sacamos una instrumental brutal acorde con eso. La semana pasada terminamos la canción, se la mostré a sus padres y me han dado luz verde, por lo que estos días he estado promocionándola para que llegue a muchas personas.
—¿Cuándo saldrá? —preguntó Alice.
—En tres días.
—Pero... en ese entonces Lis ya no estará para escucharla juntas —dijo Freya.
—No te preocupes por mí, la acompañé en el mini estudio, yo ya la he escuchado —aclaró Lisa.
—¡Qué traidora! —soltó Freya haciendo reír al resto—. Por favor, Jen, reprodúcela y así la oímos —pidió casi en un ruego.
ESTÁS LEYENDO
Última Rima
FanfictionTodos son distintos, se comportan diferente, pero tienen algo que los relaciona, une y separa... La música... Personajes sacados del mundo Kpop. Los relatos redactados en esta historia son totalmente ficticios, por lo que no buscan ofender a nadi...