Transcurridos un par de minutos desde que sus párpados se habían levantado, sus pensamientos aún no estaban lo suficientemente claros, solamente se dedicó a pasear la mirada por las cuatro paredes donde había despertado. La ventana de la pequeña habitación estaba abierta, la brisa de la noche y la claridad del horizonte anunciando el alba le hizo suponer que el día se estaba preparando para dar su inicio. Poco a poco, los recuerdos se hicieron más y más nítidos, la preocupación hincándose en sus huesos al pensar en un rostro y un nombre.
—Lisa... Debo encontrar a Lisa —susurró para sí misma.
Se enderezó en la camilla, sujetándose de esta misma para ponerse de pie. Suaves toques en la puerta irrumpieron el trayecto, su temperamento floreciendo de nuevo al ver la misma cara que le causó aquella somnolencia repentina.
—¡Tú, otra vez! —bramó, cargando hacia él.
El chico se sobresaltó, retrocediendo un par de pasos, asustado—: por el amor de Dios, señorita, relájese, solamente he venido a ver si ya se había despertado, y por lo que veo, es así.
—¿Cómo está Lisa? Necesito verla, llévame con ella —espetó impacientada.
—Le aseguro que, si no guarda la calma, le inyectaré una dosis lo suficientemente alta como para que duerma hasta pasado mañana —amenazó este, acorralado por la furia andante que tenía enfrente—. La joven está fuera de peligro, así que, siéntese para que me responda unas preguntas y le prometo que la llevaré con ella. ¿Trato hecho?
El chico agarró una silla y tomó asiento frente a ella, portapapeles en mano, preparó el bolígrafo para anotar.
Jennie asintió, sentándose nuevamente en la camilla—: bien, ¿qué necesitas saber?
—Primero, necesito tus credenciales para rellenar la ficha que enviaremos a las autoridades. Deben estar al tanto de este suceso.
—¿A qué te refieres?
—Hemos visto numerosas anomalías en las pruebas realizadas, las cuales, han levantado serias sospechas por causa de delito, así que, en estos casos nos vemos obligados a mandar un reporte a la policía para que se inicie una investigación al respecto —Jennie asintió en acuerdo, entregándole su documento de identidad. Este terminó por devolvérselo, prosiguiendo con las preguntas—. Dígame, señorita Kim, ¿cuál es su trato con la paciente?
—Es mi pareja.
—Ya veo. ¿Nombre y edad?
—Lalisa Manoban, diecisiete años.
—¿Tiene parientes?
—Sí. Padres y hermana menor.
—Bien, en cuanto hallemos sus datos en el sistema nos pondremos en contacto con sus padres. Por el momento, este es el diagnóstico: ha sufrido múltiples desgarros internos, también hemos hallado restos de líquido seminal, tanto en las paredes vaginales como en el recto. No han concluido las pruebas biológicas para determinar la identidad de la persona correspondiente, pero también serán presentadas a las autoridades en cuanto salgan los resultados. La paciente, también tiene fracturadas tres costillas, y posee graves marcas de soga tanto en las muñecas como en los tobillos, además de las muchas contusiones a lo largo del cuerpo y el rostro. Los exámenes toxicológicos han confirmado que, efectivamente, la sustancia que causó su sobredosis fue cocaína. Por último, proseguiremos con algunas pruebas psicológicas, pero no hasta que sus heridas hayan sanado, y esté consciente y en mejores condiciones —Se levantó de la silla, haciéndole un ademán a la castaña para que lo siguiera—. Ya he rellenado la información necesaria, vamos, te llevaré con la paciente.
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Última Rima
FanfictionTodos son distintos, se comportan diferente, pero tienen algo que los relaciona, une y separa... La música... Personajes sacados del mundo Kpop. Los relatos redactados en esta historia son totalmente ficticios, por lo que no buscan ofender a nadi...