CONTINUACIÓN DEL LIBRO ATRAPADA EN AVENGERS:
Después de quedar atrapados accidentalmente en la dimensión Marvel su vida nunca volvió a ser la misma. Después de la gran aventura que vivieron ahora se enfrentarán a la realidad, tendrás que vivir la vi...
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En tu realidad: (4:00 Am)
Miraste a tus amigos estos estaban tratando de no quedarse dormidos sabias que la hora los mataba, tu tampoco estabas acostumbrada a desvelarte tanto pero la situación lo ameritaba.
-escúchenme.- dijiste tus amigos te miraron.- los vengadores van a cerrar el portal a las ocho de la mañana y ya no lo van a volver a abrir, es como no quisiéramos volver. Tenemos que ir por Alejandrina, derrotar al villano y llegar al portal antes de las ocho de la mañana.
Tus amigos te miraron.
-podemos hacerlo.- dijo Anna.
-esta ciudad no merece que la salves- dijo Ostin con odio.- solo deberías de salvar a la hermana del policía y largarnos de aquí. Después de todo lo que hicimos por ellos y así nos pagan.
Suspiraste. Eso era cierto.
-aunque sea cierto no puedo dejar que miles de personas inocentes mueran por esto. Aunque no quiera admitirlo yo soy la única que puede detenerlos.
Ostin no te dijo y Anna asintió. Después de media hora los cuatro seguían atascados en el tráfico a unas cuadras del aeropuerto, todos estaban intentando salir de la ciudad.
-¡así nunca vamos a llegara tiempo!- dijo Anna.- ¡solo faltan cuatro horas!
Analizaste la situación. No iban a llegar a tiempo.
-es imposible pasar el tráfico.- dijo Ayato.- no llegaremos a tiempo.
Te saliste del carro y todos te miraron.
-escúchenme no vamos a llegará a tiempo si seguimos aquí. Yo voy adelantarme. Los veré en la ciudad con Alejandrina.
Ostin y Anna asintieron.
-vamos a ganar tiempo. No te tardes.- dijo Ostin.
Asentiste. Ayato te miro.
-tengo un mal presentimiento.- te dijo y lo miraste.- voy a ir contigo.
Asentiste.
-escúchenme niños.- le dijo a tus amigos.- las personas secuestras están en el este de la ciudad, escabullanse con cuidado y si no pueden oculten se y esperenos. Llegaremos ahí en media hora.
Estos asíntieron y salieron rumbo a la ciudad.
-me voy adelantar.- dijiste y Ayato asintió- te veo allá.
Este asintió y saliste volando rumbo al aeropuerto, volaste a toda velocidad por las calle rezándole a dios que el vuelo no se hubiera adelantado y que Alejandrina no se hubiera ido para siempre porque nunca resistirías perderla. Era una de tus mejores amigas.
Llegaste a la puerta del aeropuerto y entraste corriendo, viste que estaba repleto de gente, desactivaste el traje y comenzaste a buscar a tu amiga por todos lados pero no la encontraste, pero para tu mala suerte si encontraste a un puñado de policías que estaba con tu tía y tus primas, para tu mala suerte el comandante estaba con ellas, este al verte les ordeno a sus hombres que te persiguieran, saliste corriendo por todo el aeropuerto tratando de evitar a los policías mientras buscabas a tu amiga, viste como estos comenzaron a acorralarte y te apuntaron con pistolas de balas tranquilizantes.
-¡aléjense!- gritaste con desesperación porque solo faltaban veinte minutos para que tu amigas se fuera definitivamente.
Viste como el comandante llegó a unos metros tuyos.
-será mejor que te entregues. Tu amiga está apunto de abordar el avión. Jamás podrás llegar a ella.
-¡¿como se atreve hacerme esto?! ¡Mi padre lo odiaría por esto!
-¡tu padre me encargo a una niña dulce no a un fenómeno qué esta contribuyendo con ese loco! No se que te pasó pero ya no eres esa niña. Te moriste al igual que ellos.
Al recordar a tus padres tu piel vibró al igual que tu alma, estabas apunto de perder a una de parte de la única familia que te quedaba. Si se iban a portar en ese plan, que si sea. Los ibas a destruir.
-¡no voy a perder Alejandrina!
-pasarás sobre mi cadaver de aquí.
Le miraste sombríamente.
-Qué así sea.- dijiste sombría y sacaste a volar a todos con tus poderes telepáticos.
Todos cayeron al piso y saliste corriendo rumbo a la cabina, recordaste lo que te había dicho Ayato en el camino, tu amiga iba abordar por la cabina nueve, al otro lado del aeropuerto a los cuatro cuarenta y ya era esa hora, saliste volando condecesperacion y llegaste a la cabina, para tu mala suerte habían más policías pero lograste ver a tu amiga. Su abuelo la obligó a meterse a la cabina.
-¡_!- fue lo único que te grito Alejandrina antes de que se la llevara su abuelo hacia el avión.
Te deciciste de los guardias en poco tiempo y cuando estabas apunto de llegar con Alejandrina aparecieron más.
-¡detente!- te grito otro policía.
Viste como Alejandrina salió hacia donde estaba el avión, activaste tu traje con desesperación y mandaste a volar a todos los policías pero seguían llegando más y más. Viste los cristales del aeropuerto e hiciste una salida rápida por ahí, los rompiste con una de tus bolas de energía y saliste volando por ahí, viste Alejandrina en el aire, escuchaste cómo está te grito.
-¡AYÚDAME!
Aterrizaste en la plataforma del avión, viste como tu amiga abordó el avión, saliste disparada hacia donde estaba el avión, estabas apunto de llegar cuando unos oficiales te rodearon impidiéndote el paso, estos traían armas y comenzaron a dispararte, pusiste un campo de energía sobre ti y les regresaste los ataques haciendo que estos callaran al piso, saliste disparada otra vez hacia donde estaba el avión, estabas apunto de llegar cuando un dado tranquilizante te dio en la pierna, caíste al piso por el impacto, viste el dardo y te lo quitaste.
Estabas apunto de seguir tu camino pero una bala te dio en la espalda.
-maldita sea.- dijiste.
Te giraste para mirar al comandante, ese sujeto que te había tratado bien desde que eras una niña y te defendía de tu tía, ese sujeto qué decía quererte te había disparado como si fueras un animal sin valor, tus ojos se llenaron de lágrimas, más policías te rodearon y todos te apuntaron con armas tranquilizantes, viste como el avión comenzó a despegar, ¡Alejandrina se estaba yendo!
Te levantaste pero el comandante te volvió a disparar, caíste al piso de nuevo. Viste que todos te apuntaron. Observaste que el avión se había ido. Tu amiga estaba en el aire. Lágrimas comenzaron a caer de tus ojos ¡no habías podido protegerla!
Tus ojos se volvieron color negros de la desesperación y mandaste a volar a todos lejos. Estabas apunto de salir volando detrás del avión pero un dardo te dio en el brazo haciendo que cayeras al piso por el sedante. Lo último que viste antes de desmayarte fue a un grupo de policías rodeándote.
