Me miró una última vez, con sus ojos más oscuros e impregnados de decepción y dolor, o tal vez eso era lo que yo sentía.
Traté de mantenerme firme y seria hasta que la puerta se cerró de golpe, dándome un sobresalto.
Segundos después me encontraba sentada en el suelo llorando como si no hubiera mañana.
¿Qué había hecho yo para merecer esto? ¿Por qué me iba todo mal?
Mis manos temblaban sobre mi cabeza, que trataba de mantener fija pero que seguía moviendose con los sollozos.
Era muy tarde para no querer depender de él. No me imaginaba tener que empezar de cero sin Luke. No podía. A estas alturas no.
Creía que lo habíamos superado todo. Se arriesgó por mí, y yo estaba dispuesta a hacer lo mismo por él. Y entonces algo le golpeó la cabeza y lo cambió por completo. Sí, eso debía ser. Se daría un golpe contra algo.
Suspiré, intentando recuperarme, pero mi pecho tembló y un nuevo sollozo inundó el baño.
Si mi madre llega a oirme, querrá saber lo que ha pasado y no podré llorar tranquila.
Mi hermano también podría oirme. No. Espera. Mi hermano no está aquí. Daba gracias. Ya no sabía cómo podía reaccionar desde que cambiaba de humor tan repentinamente.
¿Qué les había pasado a todos a mi alrededor? Habían cambiado. De todas las maneras posibles.
¿Y si era yo la que había cambiado? No tenía sentido que los viera a todos diferentes. Debía ser yo.
¿Y si me había vuelto loca? ¿Y si Luke estaba en lo cierto?
Uno de los dos miente.
¿Y si era yo?
*****
Sin pensarlo más, me toqué el bolsillo para sacar el móvil. Iba a llamar a Calum. Él podría consolarme, o al menos no preguntaría más de lo necesario.
Todo menos estar sola dándole vueltas al mismo asunto.
Entonces me di cuenta de que no había nada en mi bolsillo. Estaba tan liso como el resto del pantalón.
Cerré los ojos al recordar cómo se estrellaba contra el árbol.
Bien. No tenía móvil, pero ¿qué importaba? Habían otras cosas que pudiera hacer.
¿A quién iba a engañar? Por lo menos no le preocuparía con mis problemas.
Me levanté de la cama, acariciando mis brazos para sentirme más protegida. No podía estar segura en ningún momento. ¿Y si los fantasmas nos habían seguido hasta aquí y querían hacerme algo? La primera vez fue Luke, pero puede que la próxima no tenga tanta suerte.
Dos golpes en la puerta me hicieron levantar la mirada de la alfombra del suelo. Di un saltó a un lado, asustada porque no estaba esperando a nadie.
-- Kat... ¿puedo pasar? -- preguntó Ashton desde el otro lado de la puerta, sin abrirla.
¿Estaría ahora en modo simpático? No podía olvidar que la última vez que le vi estaba sobre Luke dándole una paliza demasiado salvaje como para no ser algo personal.
No tendría por qué haber reaccionado de ese modo. Podía demostrar que era capaz de defenderme sola.
-- Necesito hablar contigo. -- me recordó cuando no contesté.
Cogí aire, abriendo la puerta con cierto temor. A mí no me haría nada. Pero todo lo que pudiera recordarme a Luke me daba escalofrios.
-- Ashton. -- murmuré esperando a que entrara para cerrar la puerta.
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No confies en los fantasmas || Luke Hemmings
FanficSolo una chica normal, en una casa no tan normal.