Capítulo 14

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El desconcierto por ese primer golpe duro solo un segundo, Yoongi fácilmente esquivo el segundo irritando al alfa contrario por ello.

Sentía que era una reacción muy exagerada. Cualquier otra persona hubiera gritado y con eso, fácilmente después se podría aclarar que era una mala broma.

Pero no, tenían que golpear.

El pelimorado trago pesado, con el sentimiento de culpa anudándose en su garganta. Al ver que Namjoon simplemente no se iba a detener y que Yoongi estaba más que dispuesto a devolverle el golpe, ni lo pensó dos veces.

—¡Namjoon! ¡Detente! —gritó Jimin alejándose de Jin, parándose entre ellos dos, sin importarle que un golpe le llegara por dicha acción.

El peligris se sorprendió al verlo repentinamente frente a él y aunque intentaba detener el movimiento de su brazo, ya no podía. Iba a golpear al menor. Mierda.

—¡Nam, no! —chillo Jin ya viendo a su amigo recibiendo el golpe de su marido.

Afortunadamente, Yoongi sí reaccionó a tiempo y tomado de la cintura a Jimin retrocedió, corriéndose hacia la izquierda, escapando totalmente del alcance del golpe en tan solo segundos.

—Estás loco —masculló entre dientes, su corazón latía agitadamente mientras afirmaba con fuerza el pequeño cuerpo de Jimin contra el suyo.

Aquel golpe definitivamente lo habría lastimado duro.

—Fue una broma —anunció el menor ignorando a su vecino—. Yoongi hyung me estaba molestando así que pensé en devolvérsela. Yoonie nunca haría algo así —defendió.

—¡Pero yo pensé que él-!

—Kim Namjoon, tranquilízate en este instante —interrumpió Jin con una voz tranquila para no alterar a su cachorro, al cual aún le tapaba los ojos.

Una tonta broma había provocado todo esto. Simplemente Yoongi no lo creía, había algo más.

—Llevaré a Yoongi a mi habitación para curar ese golpe —Jimin exhaló soltando de golpe el aire que había retenido sin darse cuenta.

Realmente debería de intentar dejar de meterse en problemas. Pero sinceramente, parecía que estos lo buscaban a él y Jimin no podía hacer nada para escapar de ellos.

—Está bien, nosotros nos quedaremos aquí y trataremos de tranquilizar a Joonie —pronunció el omega contrario con una suave sonrisa a pesar de estar confundido por toda la situación.

Asintiendo con la cabeza, Jimin tomó una de las manos que aún rodeaba su cintura firmemente y arrastró al alfa hasta su habitación, donde lo obligó a sentarse en la cama.

—No es nada —gruñó Yoongi siguiendo con sus ojos al menor, observándolo desaparecer por lo que asumía era su baño y volver con un botiquín de primeros auxilios─. Retrocedí para que el impacto no fuera tan fuerte.

—Tu labio está sangrando —señaló sentándose a su lado, tomando con suavidad su mandíbula estudio el golpe sin importarle lo que decía el mayor.

Su omega se removió inquieto, culpable. Esto había ocurrido por su culpa.

—¿Qué fue todo eso? —preguntó el alfa dejando que hiciera lo que quisiera al ver que no lo iba a dejar tranquilo.

—Un amigo perdiendo el control —murmuró concentrado.

—Eso fue más allá —el omega le ignoró relamiendo sus labios. Los delgados labios de Yoongi eran bonitos y delegados firmes y... Jimin necesitaba dejar de divagar seriamente—. ¿Acaso ustedes dos salían?

Un poco de amor (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora