Capítulo 38

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En medio de la noche, tres alfas observaban cuidadosamente una casa de dos pisos y gran jardín.

—Realmente parece una casa normal en un vecindario normal —pronunció Siwon.

Las luces de la casa estaban apagadas y las cortinas corridas, al igual que en la mayoría de las otras. Algo completamente normal si se tenía en cuenta que era las dos de la mañana de un día de semana.

—Si pero, esta casa tiene cámaras de seguridad custodiando cualquier posible entrada —señaló Namjoon—. Y siendo que las otras casas no las tienen, me parece algo peculiar la necesidad de tanta protección.

—Lo sé —respondió Siwon y luego se giró para hablar con su equipo por walkie-talkie.

Namjoon observó a Yoongi quien había estado extrañamente callado mientras contemplaba la casa, de hecho si lo pensaba, el alfa lo había estado desde que descubrieron el posible paradero de Jimin.

—Hey... —llamó.

—Está ahí —dijo sin quitar la mirada de la casa—. Puedo sentirlo, Jimin está ahí —repitió.

La seguridad tanto en su voz como expresión sorprendió un poco a Namjoon.

—La casa ya está rodeada y se encargaron de las cámaras, ya podemos...

Yoongi ni siquiera termino de escuchar a Siwon, con la vía libre fue directamente a la casa siendo seguido rápidamente por Namjoon.

Su respiración era regular y suave, sus movimientos fluidos y silenciosos. Una calma fría y desconcertante gobernaba su cuerpo mientras invadían la casa.

Mientras cuatros hombres entrenados en rescate subían al segundo piso, ellos tres revisaban el primero.

El grupo que subió, volvió a bajar luego de unos minutos.

—No hay nada capitán, no están ni los adultos ni el niño —informó uno.

—¿Niño? ¿Qué niño? —pregunto Namjoon.

—No debería de haber ninguno, ellos perdieron al suyo a principio de año —indicó Siwon frunciendo el ceño.

—¿Seguimos investigando? —preguntó un hombre.

—Afuera, en el jardín trasero —pronunció Yoongi encaminando el camino.

—¿Qué buscamos exactamente aquí? —preguntó el jefe de Min.

—Jimin reconoció el escondite en el jardín trasero, pienso que puede estar aquí otra vez —respondió y enseguida los siete comenzaron a buscar hasta que uno logró encontrar algo.

—Es pasto sintético, una alfombra de ello —anunció uno comenzando a tirar de ella.

Una superficie plana y gris apareció, seguido de una escotilla al igual que en la casa anterior.

Cuando la escotilla se abrió, el aroma de Jimin llegó hasta Yoongi, junto a una extraña conversación.

Rápidamente todos se apresuraron a entrar. Bajo tierra, parecía que hubiera otra casa. Una pequeña sala de estar conectado a un largo pasillo con tres puerta les recibió.

En parejas se colocaron en cada puerta, excepto Yoongi que se quedó junto a Namjoon y Siwon.

Yoongi alzó su mano mostrando una cuenta regresiva de tres dedos, cuando su mano formó un puño, sincronizadamente abrieron y patearon las puertas.

—¡Tengo a alguien! —gritó un grupo, pero Min ya no les prestaba atención, a ninguno de hecho.

En sus ojos solo estaba un golpeado Jimin a punto de caer inconsciente.

Un poco de amor (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora