Capítulo 63

27.3K 3.5K 1.6K
                                    


Aquellas manos tocando su cuerpo dejaban una sensación sucia y desagradable.

Su cuerpo se sacudía debido a los empujes del contrario, quien parecía cada vez más extasiado con sus gritos y súplicas para que detuviera aquel infierno.

Su asqueroso aliento estrellándose contra su cuello, donde lamia una y otra vez con su venenosa lengua.

El dolor en su zona baja.

La sangre mezclándose con sus sábanas antes de un hermoso y puro blanco.

El horrible aroma a carne quemada.

El ardor y dolor que provocaba cada corte.

—Eres. Mío.

Jimin despertó con un doloroso y escalofriante grito, aferrándose con fuerza a las mantas que cubrían su cuerpo.

Cuando unos fuertes brazos lo rodearon, el pánico invadió su cuerpo e inmediatamente luchó contra ellos.

—¡No! ¡Por favor! ¡No más! —chillo apretando con fuerza sus ojos, temiendo abrirlos.

—¡Jimin! —gritó Yoongi sacudiendo suavemente el cuerpo del omega—. ¡Soy yo! ¡Cosa corta! —exclamó estrellando suavemente su frente en la de su pareja, por fin capturando su atención.

—¿Y-Yoongi? —tartamudeo el omega, con su respiración agitada dejó de luchar mientras abría lentamente sus ojos y contemplaba a su pareja.

—Si, bebé, soy yo.

Sollozando, Jimin alzó ambas manos y tomó el rostro de su alfa, necesitando verificar que fuera verdad, que no fuera otra pesadilla.

—Yoonie —gimió con su labio inferior tembloroso.

—Shh... Todo está bien, bebé —prometió besando su frente antes de atraerlo más a su cuerpo—. Estás aquí, conmigo.

—No quiero dormir más, no más pesadillas por favor —rogó con lágrimas silenciosas deslizándose por su rostro—. Lo odio, odio esto —gimió en un angustioso tono que apretaba y estrujaba el corazón del mayor.

—Lo sé, bebé. Lo sé —respondió el alfa, odiando no poder hacer nada más por su pareja que sostenerlo entre sus brazos mientras esperaba en silencio que se calmara.

Como estaba en cinta, cualquier tipo de medicamento estaba prohibido a menos que el médico dijera lo contrario, por lo que eso dejaba a Jimin sin tomar cualquier clase de pastilla que le ayudara a dormir y realmente descansar.

Cuando el menor logró calmarse después de varios minutos, se alejó y contempló a su pareja.

—Lo siento, tampoco te estoy dejando dormir con todo esto —pronunció culpable.

Aunque Yoongi lo negara, el alfa era quien lo despertaba de sus horribles pesadillas y se mantenía con él hasta que lograba calmarse otra vez, porque dormir no era nuevamente una opción para Jimin.

—Está bien, úsame de cualquier forma que te ayude aunque sea dormir un poco —pronunció, alzando una de su mano para peinar hacia atrás los castaños cabellos que estaban sobre el rostro del menor.

—No digas eso, podría guardar esas palabras para más adelante —dijo dejando vislumbrar ese lado juguetón que poseía, el cual parecía haberse escondido hace varios días.

Un poco de amor (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora