Capítulo 32

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Sentado en su oficina Namjoon tomó las llaves de su auto listo para salir cuando el nombre de Min Yoongi brillar en su celular, hizo una mueca antes de contestar.

¿Cómo que Dark-ho está muerto? —pregunto apenas contestó.

Así, sin un "Hola, cómo estás" no. Pero de cierta forma el alfa lo entendía, él hubiera reaccionado de la misma forma.

—Así, como leíste —suspira—. Iba a volver a interrogarlo esta vez por mi cuenta, pero cuando pregunté por él me informan que lo volvieron a enviar al hospital durante la noche porque su herida había empeorado —cierra sus ojos apretando el puente de su nariz—. Se esperó mucho para que recibiera el tratamiento adecuado, eso me informó el médico a cargo.

¿Entonces qué? ¿No hay más? —pregunto con mal humor.

—Siwon logró que le soltara una dirección, voy a ir a ver el lugar mientras el se encarga de los resultados de la investigación de aquellas personas que pronunció Dak-ho.

Mándame la dirección y te encuentro allá —pidió cortando la llamada, sin dejar al contrario responder.

Yoongi se dio vuelta y contempló a Jimin parado bajo el marco de la puerta de su habitación, con ambas manos apoyadas en su cadera.

—No vas a salir —pronunció entrecerrando sus ojos.

—Es de mala educación escuchar conversaciones ajenas —respondió tomando su camiseta para colocársela.

El omega se acercó y se la quitó de sus manos.

—Yoongi, estás herido —le recordó observando donde estaba el vendaje.

—No es una herida de muerte Jimin, estás exagerando —estiró su mano pidiendo su camiseta.

—No, estoy preocupado, que es diferente —su tono fue duro, pero no le importaba realmente.

Este tonto alfa parecía no entender que todo lo relacionado con él le importaba al menor.

—Es que acaso tú aún no te... —Yoongi arqueó una ceja cuando el omega apretó sus labios y negó con su cabeza, como si recordara algo.

—¿Qué? —preguntó algo intrigado.

—Nada —suspira—. Estoy preocupado ¿bien? —murmura acercándose, recargando su frente en el hombro del mayor—. Ayer saliste bien y por la tarde volviste herido.

El silencio se presentó por unos minutos, ninguno de los dos se movía tratando de ordenar tantos sus sentimientos como sus pensamientos.

Finalmente, Min lo rodeó con sus brazos y dejó un beso en el cuello del omega.

—Está bien, no es nada peligroso. Saldré con Namjoon a un lugar.

Jimin suspiro—. ¿Puedo ir?

—No. —respondió sin siquiera pensarlo un segundo, rompiendo el abrazo y quitándole la camiseta al omega.

—¡¿Por qué?! —gruñó con frustración, volviendo a quitarle la prenda pero esta vez para ayudarle a colocársela.

—Es trabajo Jimin, nosotros no vamos a jugar —contestó permitiéndole que le ayudara.

—Sé que no van a jugar, pero dijiste que solo irías a ver un lugar el cual me imagino que está relacionado de alguna forma con el caso si quieres salir ahora.

Yoongi le contempló en silencio.

—Voy a ir. Y quién sabe, tal vez reconozca el lugar ¿no? —espeto con una sonrisa ladina—. Así de paso puedo cuidarte.

Un poco de amor (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora