Un poco de amor (Omegaverse)

Capítulo 68

Jimin colocó su mano sobre la pequeña protuberancia de su vientre y suspiro por fin levantándose de los malditos asientos.

Aunque estos habían sido cómodos, tal y como se había asegurado antes de comprar los pasajes en tren, eso no significaba que su trasero no le iba a molestar por estar casi cinco horas sentado porque para su mala suerte, algo había ocurrido a mitad del viaje que les había retrasado.

Y por si fuera poco, observar el paisaje por la ventana cambiar tan rápidamente lo había mareado.

—¿Quieres vomitar? —preguntó Yoongi, tomando la gran mochila donde habían guardado cambios de ropa para ambos.

—Afortunadamente, no —respondió tomando la mano de su alfa mientras este lo guiaba por el estrecho pasillo del tren—. Pero eso no significa que no me duela mi trasero —se quejó tentado a sobárselo, pero con personas caminando tanto detrás como delante de ellos, se abstuvo... De momento, al menos.

—No te quejes que tú quisiste venir a visitar a tus padres —le recordó saliendo finalmente del vagón al igual que otras personas.

—Bueno sí pero nunca pensé que nuestro viaje se retrasaría y nos mantendrían atrapados —se quejó—. Además, mejor estar viajando ahora que estando de ocho meses —se defendió siguiendo de cerca a su pareja.

—¿Se supone que tus padres nos vienen a buscar o nosotros vamos a su casa? —preguntó el alfa, guiando a su embarazada pareja a una zona menos transcurrida en la estación.

—Vienen a buscarnos —respondió revisando su teléfono móvil—. Les avisé diez minutos antes de que llegáramos a la estación, deben de estar cerca.

Observando la banca a su lado, Yoongi sonrió.

—¿Quieres tomar asiento? —pregunto cómo todo amable alfa.

—Idiota, te dije que me duele el trasero —frunció el ceño e hizo un pequeño puchero.

Cuando su alfa rió, Jimin rodó sus ojos y cruzó los brazos sobre su pecho.

—Hey, ten cuidado —se quejó el menor cuando Yoongi lo jalo hacia sus brazos—. Hay un bebé renacuajo abordo también —le recordó apoyando su mejilla en el hombro del mayor.

Aprovechando que el chaleco de su pareja era grande, el alfa bajó el cierre de este hasta abrirlo y metió las manos en el interior, dirigiéndose directo a las redondeadas nalgas cubiertas con el jeans.

—Eres un pervertido —murmuró Jimin acercando su nariz al cuello de su pareja.

—¿Por qué? ¿Solo porque te estoy dando un masaje? —pregunto divertido.

—Ya que dicho masaje es en mi trasero, yo digo que sí —gimió bajito—. Ya para antes de que mis padres lleguen.

Observando a su alrededor, el alfa mantuvo sus manos con el descarado masaje mientras buscaba al matrimonio Park.

—Yo te aviso cuando los vea, relájate —murmuró en su oído—. Ante los demás solo parece que te estoy abrazando.

Jimin bufó—. Tú solo echas de menos nalguear mi trasero.

—Como si tú no echaras de menos ser nalgueado como castigo —se defendió.

—Cállate Yoonie —gruñó bajito, sacándole una carcajada al contrario.

Besando la frente de su omega, Yoongi dejó de masajear las dulces nalgas de su pareja y trasladó sus manos a la espalda baja del menor, donde entrelazo sus dedos y lo transformó en un suelto abrazo.