Capítulo 50

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—No Fufu, si sigues intentando ponerte ahí nos echaran a los dos de la cama —susurró quitando a la pequeña bola de pelos amarillenta que se volvía a acurrucar contra el cuello de Yoongi.

Escuchando entre dormido, Min sintió a su pareja removerse en la cama y finalmente salir. La puerta se abrió y se cerró rápidamente apenas emitiendo un ruido.

Jimin se volvió a acomodar bajo las mantas y se acurrucó contra el cuerpo del mayor, volviendo a dejar otra vez el brazo alrededor de su cintura.

—Un poco más y lo hubiera lanzado por la ventana —murmuró enterrando su nariz en el cuello del menor.

—No digas eso —pronunció moviendo su cabeza para darle más espacio al alfa—. A ella solo le gusta tu aroma, no puedes lanzarla por eso —defendió.

—Se supone que ellos caen parados —argumentó.

—¿Te lanzo yo a ti por la ventana para ver si también caes parado? —pregunto con ironía.

Yoongi rio suavemente contra el cuello de su omega.

—¿Cómo te sientes? —preguntó Jimin, acariciando el brazo que rodeaba su cintura.

—Sin contar el dolor muscular, bien.

Jimin observó los nudillos lastimados de su alfa y entrelazo sus dedos. Alzando sus manos las llevó contra sus labios y presionó suavemente.

—Te buscaré unas pastillas para el dolor.

—¿Y ese niño?

—Se llama Hoseok, Yoonie —indicó—. Recuérdalo porque se quedará con nosotros por un largo tiempo —informó.

—¿Decisiones así no se supone que se hablan en pareja? —preguntó arqueando una ceja, alejándose del cuello del menor para observarle.

Aunque estaba completamente de acuerdo con el omega, no permitiría que ese niño volviera a aquel lugar.

—¿Lo dejaras volver?

—Y una mierda —respondió instantáneamente.

Jimin sonrió—. Ahí tengo tu respuesta.

Bufando el alfa rodó sus ojos y se acurrucó otra vez más cerca del pequeño cuerpo que tanta paz le transmita al estar entre sus brazos, algo increíble siendo lo ruidoso que era.

—Sabes que eso significa que ya no podremos follar en donde sea como antes, ¿no?

Jimin gimió.

—Como si ya no lo hemos hecho en todas partes —le recordó—. Lo hicimos en la cocina, en la sala de estar, en el baño, en mi habitación, en tu antigua habitación y la más reciente fue contra la puerta de la entrada —recordó mordiendo su labio inferior de tan solo pensar aquel excitante momento.

—Tu aroma se siente más que antes, ¿en qué estás pensando, bebé? —preguntó con cierta burla.

—No puedes llamarme bebé —chilló.

—¿Por qué? —pregunto divertido.

—Porque solo lo haces cuando es-estamos... —mordió su labio inferior e inhaló algo inestable—. Saca tu mano de ahí, alfa tonto con complejo de ogro —gruño con un deje de excitación en su tono.

Con una sonrisa malvada, Yoongi volvió a acariciar el miembro de su pareja con tranquilidad.

—¿Por qué? —preguntó internado su mano bajo la ropa interior—. ¿Porque Hoseok está en la otra habitación y-...? —ambos se congelaron cuando el sonido de algo rompiéndose hizo eco hasta ellos.

Un poco de amor (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora