Capítulo 12

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Se puso en pie sabía que sería Noemí

Natalia: Pasa Noe

Noe: Bueno ya está... retirado el drenaje

Natalia: ¿Todo bien? (la miró con un atisbo de preocupación en sus ojos)

Noe: Sí, todo bien. La operación... sí (guardó silencio ante la mirada interrogante de Natalia)

Natalia: ¿Pero? (intuía que quería decirle algo más)

Noe: ¿Qué le has dicho o hecho?

Natalia: Le dije que no la volvería a molestar, de hecho, iba a llamar a su madre para que venga, yo me quedo con Nati y su madre que aguante a su hija

Noe: ¡Vaya!, así que ha sido eso... (murmuró impactada)

Natalia: ¿Ha sido eso? (la miró sin entender aquel comentario)

Noe: No para de llorar (Natalia mostró una mueca de desconcierto) Si lo que buscabas era que reaccionara, lo has conseguido (Natalia guardó silencio y se quedó pensativa mirando el suelo) Sabes que eso no significa nada, ¿verdad?

Natalia: Lo sé, lo sé (se apresuró a decir)

Noe: Bien, pues ahora te vas a casa (le dijo poniéndose en jarras)

Natalia: No.... había pensado quedarme

Noe: ¡Pero si me acabas de decir que ibas a llamar a su madre! (la miraba con una sonrisa en los labios)

Natalia: Bueno... sí... pero ya es tarde... voy a ver como sigue

Noe: Espera (Natalia se detuvo) Yo de ti, le haría sufrir un poco más (entonces Natalia sonrió ampliamente) Voy a ir yo. ¡Eso sí!, nada de hacerte ilusiones, ¿eh?

Natalia: Tranquila.

Cuando Noemí se marchó, Natalia tuvo la necesidad de sonreír ampliamente, si hacía unos momentos todo lo había cubierto la oscuridad, en ese instante, como si el sol tan solo existiera para ella, lo iluminó todo, a pesar de ser de noche. No podía evitarlo, aquello era un paso hacia la nada estaba segura, pero al menos la había hecho reaccionar. Estaba un tanto excitada, un tanto ansiosa y porque no admitirlo, muy nerviosa. Por esa razón tuvo la necesidad de llamar a quien sabía le haría tranquilizarse.

Natalia: ¡Hola Ici!, ¿cómo vais con las compras?

Ici: Mira bonita, como diría Isabel, la próxima vez mándame que haga mil flexiones con un barril de cerveza sobre mi espalda, prefiero eso, que ir a comprar con esta compradora compulsiva. ¡Por la Virgen del Perpetuo Socorro si vas a tener que vaciar tu armario para poner todo!

Isabel: No le hagas caso Nat cariño, ya verás que guapa la vamos a poner (decía excitada por la felicidad)

Ici: No sé porqué tanto derroche, si cuando la tía se ponga bien, lo va a echar todo a la basura (Natalia sonreía)

Isabel: ¿Cómo está Alba?

Natalia: Le han quitado ya el drenaje, y está bastante despierta

Ici: Eso quiere decir que la fiera ha atacado

Natalia: Bueno... la verdad que hemos tenido una discusión, sí

Ici: Oye Nat, ¿por qué no llamas a su madre?, me preocupas

Natalia: Porque la mujer tiene bastante con el hijo

La apuesta (ALBALIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora