Capítulo 63

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En Madrid, en casa de Alba, habían logrado echar a Isabel, Ici seguía insistiéndole que si seguía así al final se iba a divorciar de verdad, se habían quedado las dos solas con la niña que después de leerle tres cuentos había logrado dormirse y con una Rafi que estaba sometida a una vigilancia constante por parte de las dos mientras la mujer, rezaba para que Natalia por fin, abriera del todo su corazón dejando que su hija entrara en él, sabía que si lo lograba, nunca más saldría de allí. Una más que rendida Ici después de cenar se sentó cansada en el sofá.

Marta: ¿Qué tal Ici?

Ici: Ici no se encuentra, en estos momentos está desaparecida...

Marta: ¡De verdad!, pues yo estoy segura que la hago aparecer de inmediato (le dijo lanzándose sobre ella a sus labios) ¿Viene?

Ici: Todavía está lejos...

Marta: ¡Vaya por Dios!, tendré que esmerarme (volvió a besarla esta vez con más pasión)

Ici: Va llegando... va llegando...

Marta: ¿Cómo crees que les vaya a la pareja? (le preguntó mientras la besaba)

Ici: ¡Joder esto sí que es romántico!

Marta: Mujer... es que yo creo que si hoy ya no hay tema... pues no sé...

Ici: Yo creo que podremos escuchar nítidamente a los bomberos pasar

Marta: ¡Qué bruta eres!

Ici: ¿Yo?; ¿pero si has empezado tú?... (la miraba divertida)

Marta: ¿Crees que Alba vendrá a dormir?

Ici: No, a ver... mi humilde opinión, aunque no haya contado en esta ocasión más que en la ropa interior es...

Marta: ¡Le has visto la ropa interior!

Ici: El otro día, le vi una bolsa le pregunté y bueno, me alzó una ceja ¡qué mira que ha cambiado Alba, eh!, tú no sabes lo cortita que era para todo...

Marta: Imagino que el tiempo le ha debido de ir cambiando

Ici: Sí, pues eso, la vi y le dije que en la primera de cambio acababan en la cama, ella me dijo que no por falta de ganas, pero que antes debían arreglar sus corazones, yo no la creo porque entre ellas dos hay un fuego que quema a los de alrededor

Marta: Sería una lástima que no arreglaran sus cosas... por cierto... hablando un poco de todo, ¿y las nuestras?

Ici: ¿Las nuestras?

Marta: Sí, sigo sin saber lo que me tenías que proponer

Ici: ¡Ah bueno pero ahora no es el momento! (apoyó su cabeza en el hombro)

Marta: Pues llevas dos días posponiendo el momento

Ici: Ya... todo a su tiempo amor mío... todo a su tiempo

Marta: Me das miedo (le sonrió abrazándola)

Ici: No soy el coco

Marta: Según para que, eres peor que el coco (su voz sonó sugestiva)

Ici: Marta que nos conocemos y tenemos mucha ropa tendida

Marta: Rafi duerme (le besó el lóbulo de la oreja)

Ici: Ya... pero la niña... está impaciente porque quiere ver a su mami y ésta se nos despierta, te lo digo yo, Marta, Marta ahí no en la oreja no que me pierdo...

La apuesta (ALBALIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora