Capítulo 33

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En casa de Natalia, se encontraban Noemí, Isabel, Ici y Rafi que había venido a ver a su nieta y saber de primera mano lo que había ocurrido por si necesitaban su declaración. Al verlas entrar sonrientes adivinaron que la cosa había ido mejor de lo que esperaban.

Natalia: ¡Ya estamos aquí! (ante la mirada de todas que tenían sus ojos fijos en ella dijo) El primer paso ya está dado, esta misma semana vendrán a nuestra casa para ver las condiciones en las que vivimos, y después, tendrán que entrevistarse con Carlos y con usted Rafi

Rafi: ¡Alabado sea el señor! (susurró con un suspiro aliviado)

Alba: Mamá... aún no nos han dado nada

Rafi: Ya... pero si todo sigue adelante es porque va bien, ¿no?

Natalia: Claro Rafi (le dijo sonriente)

Isabel: Pues nada... si es así nos quedamos todas más tranquilas...

Noe: Bueno... yo estoy segura que en cuanto vean lo bien que estáis no va a ver ningún problema

Ici: Por los Clavos de Cristo si esto parece una novela rosa de Corín Tellado

Todas no pudieron más que sonreír y excepto Rafi que tenía que volver al pueblo, las demás se quedaron allí cenando por invitación de la pareja que durante lo que había quedado de tarde no habían estado hablando de otra cosa que no fuera el juicio y las posibilidades. En un momento dado, Ici buscó disimuladamente la manera de quedarse a solas con Natalia.

Ici: Joder no hay manera de hablar a solas contigo

Natalia: ¿Qué te pasa?

Ici: Tengo un dilema y quiero que me lo resuelvas, pero también tengo una bronca para ti

Natalia: ¿Qué he hecho ahora?

Ici: Será que no has hecho (dijo golpe a golpe pronunciando cada palabra al mismo tiempo que con su dedo pulgar reposando en el índice daba golpecitos al aire. Natalia la miró incrédula sin saber realmente a lo que se refería) Tú me dijiste que estuviste a punto de... (Natalia le hizo una señal con las cejas porque venía Alba) Pues nada chica, que dice que el color es muy pálido

Natalia: Pues él sabrá Ici es estilista ¿no?

Ici: Estilista de lo que yo te diga (protestó)

Alba: ¿Aún estás así?, para un color tanto follón

Ici: No es un color nena, es que hay que poner un color acertado con todo lo demás, y lo que le gusta a él no me gusta a mí

Isabel: Pues a mí no me gusta decir nada, pero quien paga manda

Ici: Ahí estamos Isabel, ahí estamos

Noe: Eso... o cambia de estilista, haz lo que hizo Casillas (todas la miraban expectantes mientras se tomaba su café) Llegaron los pintores, y dijo quiero color ocre aquí, los pintores le dijeron, no le pega en anda, se puso en jarras los miró frunciendo las cejas y les dijo ya sabéis... muy pero que muy borde... ¿usted cómo tiene pintado el comedor?, el pintor lo mira y le dice, pues... blanco... dice bueno. pues a mí me pinta ocre porque lo digo yo que en mi casa mando yo, no va a venir un pintor a decirme a mí el color que debo poner. Y sino, puerta

Natalia: Típico de Casillas

Ici: ¿Y qué paso?

Noe: Horror, porque Casillas será muy buen médico, pero ojo para la pintura no tiene mucho... (sonrió y miró el reloj) Hablando de Casillas, me voy a ir que me debe estar esperando para acostar a Diana

La apuesta (ALBALIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora