Capítulo 5

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Natalia: ¿Cómo estás? (Alba se cruzó de brazos sin mirarla ni contestarle) Tienes mala cara (le dijo con suavidad tratando de que viera que se preocupaba realmente por ella) Ahora tengo media hora de descanso, quizás quieras que te acompañe a casa... a estas horas es difícil encontrar un taxi.

Alba no contestó, Natalia se mordió el labio en actitud cansada, espero dos segundos y como no le contestó, detuvo el ascensor.

Alba: ¡Pero qué haces loca! (exclamó un tanto fuera de sí mientras la miraba con esa mirada reprobatoria que se había instalado en ella)

Natalia: Bueno... al menos ya sé que no te ha mordido la lengua el gato

Alba: Vete a la mierda (fue a apartarle la mano, pero Natalia la detuvo mirándola fijamente)

Natalia: Solo quiero que me des la oportunidad de hablar contigo, solo eso

Alba: Quita la mano, odio los lugares cerrados, ¡por favor! (le medio rogó arrastrando delicadamente las palabras. Natalia le obedeció) Gracias

Natalia: Déjame que te invite a un café ("rápido Nat que llega el ascensor y se va a marchar", pensaba para sí) Te lo estoy pidiendo por favor

Alba: ¿Sabes lo que puedes hacer?

Natalia: ¿Qué? (Natalia esbozó una sonrisa leve con la esperanza de esa oportunidad)

Alba: Olvidarte de que existo (se abrieron las puertas y con paso veloz se marchó)

Natalia: ¡Mierda! (murmuró con rabia)

Noe: Ya veo el caso que me haces ¿eh?

Natalia: Hemos coincidido en el ascensor

Noe: Nat... te lo ha dicho bien claro

Natalia: Ya veremos (salió hacia su despacho como alma que lleva el diablo, entró dando un fuerte suspiro, tapándose con sus manos la cara)

Noe: ¿Puedo pasar? (le preguntó)

Natalia: Claro (Noemí se sentó frente a ella en silencio esperando su reacción, Natalia nerviosa como estaba explotó) ¡Coño Noe no me mires así!, vale sé que no puedo obligarla a que me perdone, pero solo quiero que me dé la oportunidad de explicarme

Noe: Quieres explicar lo inexplicable (le dijo con calma)

Natalia: Lo sé, lo sé (parecía completamente desesperada, volviendo a taparse la cara, después apoyó sus codos sobre la mesa para taparse la boca con una mano) Pero necesito intentarlo

Noe: Piensa por un momento que esto te hubiera pasado a ti, ponte en su lugar, ¿aceptarías que te hablara?

Natalia: Supongo que no (habló lentamente con dudas y temor)

Noe: Lo que hiciste fue muy grave y sabes que te podría haber denunciado, reconócelo cariño (Natalia agachó su cabeza mientras estiraba los brazos sobre la mesa) El destino ha querido que os encontréis de nuevo, no la agobies, hazme caso.

Natalia: ¿Sabes lo que me asusta Noe? (ella la invitó a continuar) Que pierdo el control, que siento que el pulso se me acelera, que me muero de ganas porque me mire, que la miro y me enciendo como una hoguera, que no sé qué me ha hecho, es como si estuviera embrujada

Noe: No creo (sonrió) A eso le llamo yo enamorarse

Natalia: Pero de la persona equivocada, ¿verdad?

La apuesta (ALBALIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora