Natalia escuchó como el ascensor se detenía y como la estaba acercando hasta ella, estaba en el rellano comiéndose una de sus uñas, raro en ella, pero estaba prácticamente fuera de sí. Al escuchar cómo se detenía el ascensor, su corazón comenzó a latir fuertemente, de una manera alocada, ya estaba allí.
Por su parte Alba dentro del ascensor se había apoyado en la pared, había cerrado los ojos pensando en Natalia, en lo que llevaría puesto, sonrió. Aunque el recorrido era corto, se le estaba haciendo interminable.
Al abrirse las puertas, salió y al ver allí la figura de Natalia sus ojos se llenaron de lágrimas, se fundieron en un abrazo fuerte y posesivo por ambas partes, a Alba aquel accidente le había dado la respuesta a la pregunta que se había hecho en la terraza de su madre. A Natalia, aquel instante de temor, le había dejado claro que ya no había marcha atrás, que estaba a la merced de su mujer. Abrazadas, lloraban de felicidad, demasiadas emociones en un mismo día.
Natalia: Albi... (la había separado para mirarla de arriba a abajo)
Alba: Estoy bien cariño
Natalia: ¿Seguro?
Alba: Sí, solo me duele un poco el pecho del cinturón, pero estoy bien, estoy bien (decía nerviosa) El coche nos pasó tan cerca, Paul tuvo un segundo para poder maniobrar y...
Natalia: Tranquila mi amor... ya ha pasado
Alba: Me dio tanto miedo... pensé que lo perdía todo (le decía con el miedo reflejado en sus pupilas)
Natalia: No cariño... no has perdido nada (le dijo sonriendo ampliamente volviéndose a abrazar)
Alba: He ganado mucho Nat...
Natalia: Albi... (se separaron mientras se miraban a los ojos repletos de amor, por ambas partes fundiéndose en un beso profundo, donde sus bocas se abrieron con necesidad de dar a la otra todo cuanto buscaba) Albi... Albi...
Alba: Nat... no me dejes nunca por favor (le dijo aferrada a su cuello)
Natalia: ¿Cómo voy a dejarte?... (la miró con ternura) Venga vamos para dentro, creo que necesitas un poco de descanso y una buena ducha
Alba: Tenemos que hablar
Natalia: De acuerdo... luego... ¿vale?, con calma me lo explicas todo
Alba: Fue horrible (murmuró)
Natalia: Shhhh mi niña... estoy aquí y no voy a dejar que pase nada malo, ¿vale?
Alba: Abrázame
Y Natalia así lo hizo, volvió a abrazarla con fuerza, con decisión, con un amor tan amplio como lo era aquel mar del que Rafi le había hecho referencia a Alba, ya estaba en la barca, al imaginarla, sonrió porque lo hizo y vio como en la proa, reinaría el nombre de Natalia.
Después de abrazar, besar y sentir a su sobrina, Alba se disculpó con ellas y se metió en la ducha, allí bajo el grifo de agua caliente, rezaba para que todo fuera bien, para que nada de cuanto le había ocurrido le hiciera cambiar, sabía lo que había necesitado a Natalia, lo sabía, la necesitaba ya era imposible poder vivir sin ella, pero al mismo tiempo, al vivir con ella debía cumplir como su mujer, en ese momento en la ducha sintió una excitación en su cuerpo que hubiera llamado a voz en grito a Natalia para que la hiciera suya. Podía cerrar los ojos e imaginarse aquellas manos, aquellas yemas rozando poco a poco su piel, si se excitaba con tan solo pensarlo, ¿por qué después cuando estaba con ella no podía? Apoyó su frente sobre el dorso de sus manos las que había apoyado a su vez contra la pared y se reprochó su actitud, estaba entregándose en su fantasía a una Natalia que en realidad sabía no podía.
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La apuesta (ALBALIA)
FanfictionTodo empezó como un juego... Es una adaptación de Maca y Esther Historia original de Idana