Capítulo 46

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En casa de Natalia, el ambiente había cambiado de golpe, la tristeza se había evaporado, la cara tétrica de Natalia había dejado paso a una cara que reflejaba su felicidad por estar con aquella pequeña, sobre sus rodillas jugando con aquel oso amoroso que tanto había significado para ella, noches abrazada a él, le hicieron sostener algo su pobre cordura.

Estaban las tres en la cocina, cuando la niña de golpe miró a Ici que le sacó la lengua, guiñándole un ojo.

Nati: Tetas tita (dijo sonriendo)

Natalia: ¡Pero! (miró a Ici desconcertada)

Ici: Ya ves... se lo dije una vez y...

Nati: ¿Y mami? (preguntó a Natalia que no supo qué contestar mirando a Ici como pidiendo socorro)

Ici: Mami está en casa con Tita Marta

Nati: Bon

Ici: Eso Bon (Natalia negaba con la cabeza mientras sonreía) Y la abuela Rafi, ¿tú quieres quedarte a dormir con Nat? (esta vez Natalia borró su sonrisa le parecía imposible escuchar aquella pregunta) Dime princesa

Nati: Chi (se giró abrazándose a ella) Y mami ¿viene?

Ici: No cariño, mami no, pero estás con Nat

Nati: Vale (dijo feliz)

Durante la conversación, Natalia sentía que su corazón se precipitaba en una carrera de locura, sin duda, Alba había permitido aquel acercamiento con su hija, por otro lado, estaba en su derecho, pero también la dejaba quedarse con ella, que con los tres años que la había perdido también era algo lógico. Por eso su gesto cambió a dureza y Ici se percató.

Ici: Oye princesa deja un ratito a Nat que me tiene que ayudar

Nati: Chi, beso (le dijo)

Natalia: Claro que sí mi amor... mil te daría (le decía sonriente mientras la niña se sentaba en el suelo alejada un poco a ellas, pero siempre bajo la mirada de Natalia) Es una preciosidad

Ici: Sí, muy inteligente (decía en voz baja)

Natalia: Sí (sonrió orgullosa)

Ici: ¿Quieres hablar?

Natalia: No (seguía cerrada en banda)

Ici: Pues yo creo que es un paso importante ver como la niña sabe tanto de ti y te adora de la manera que lo hace, además, vas a poder tenerla esta noche

Natalia: ¿Y eso para ti es algo extraordinario? (le preguntó mirándola nuevamente con los ojos oscuros mientras enarcaba su ceja derecha)

Ici: Nat... creo que es un paso importante, ¿no crees?

Natalia: Creo que esto no se va a quedar así, es tan hija mía como de... (se calló, apretó los puños y las venas de la garganta se marcaron) Voy a luchar por ella, pienso denunciarla por llevársela sin mi permiso

Ici: No me lo puedo creer (murmuró mirándola atónita mientras Natalia sonreía a la pequeña que le saludaba con la mano) ¿Aún no habéis sufrido bastante que aún quieres más?

Natalia: ¡Me la arrebató! (le dijo entre dientes)

Ici: Deberías hablar con ella y entender porqué

Natalia: No tengo nada de qué hablar ni qué entender... Nati es también hija mía y por lo tanto tengo sus mismos derechos

Ici: Nat, para por favor... no juegues con la niña, eso no te lo voy a permitir, si no quieres nombrar a Alba no lo hagas, si no quieres saber de ella, perfecto, si quieres odiarla allá tú y tus sentimientos, pero te lo advierto, la niña no, a la niña no la vais a utilizar a vuestro antojo

La apuesta (ALBALIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora