La apuesta (ALBALIA)

Capítulo 49

El camino hasta llegar a casa de Natalia transcurrió en silencio, pero cuando iban entrando en las tierras, Elena sacó de sus pensamientos a todas y le habló a la niña.

Elena: Nati ahora abre los ojos y veras como corren por el prado los caballos

Nati: Allos, sí, allos, ¿tú miras Nat?

Natalia: Sí, yo miro (le sonrió quitándose el cinturón y acercándose hasta ella, le pasó la mano por los hombros y la niña apoyó graciosamente su cabeza en el hombro de su madre quien le besó la frente) Mira ahora veras los árboles tan grandes que hay

Nati: ¡Cuantos mami! (decía exaltada)

Natalia: Sí cariño, y mira si vuelves la cabecita a este lado, veras los viñedos (la niña le hizo caso y giró la cabeza)

Nati: Uau y ¿qué son ñedos?

Natalia: Viñedos cariño, repítelo

Nati: Viñedos

Natalia: Muy bien... así me gusta... ¡mira, mira!, los caballos (le señalaba feliz sonriendo bajo la atenta mirada de Ici)

Nati: ¡Allos Nat... allos!

Natalia: Mira como corre

Nati: Chi (decía feliz mientras se incorporaba un poco en la silla)

Natalia: Para Ici

Ici: Sí, lo que la señorita Lacunza diga (detuvo el coche)

Natalia: Ir vosotras, Nati y yo vamos andando

Ici: No creo que sea buena idea, hay un trozo grande

Natalia: Iremos andando

Ici: No estás para andar (se giró en su asiento mirándola fijamente)

Natalia: ¡Iremos andando! (le repitió seria)

Ici: ¡Cabezota!, quédate con ella Elena

Natalia: Te he dicho que mi hija y yo iremos después

Ici: Está bien (suspiró aceptando finalmente su petición) ¡Qué carácter hija, qué carácter!

Elena: Yo creo que no va a llegar a casa

Ici: La esperaremos en el camino, no me fío no vaya a marearse o algo

Elena: ¿Has visto qué cambios ha tenido?

Ici: Sí

Elena: No sé qué vamos a hacer... además vamos a tener un problema añadido

Ici: Santi

Elena: Exacto, espero que mi madre le haya avisado

Ici: Esperemos que si

Elena: ¿Qué ha dicho Alba?

Ici: Que está muy contenta de que la pequeña esté disfrutando tanto

Elena: Ya (contestó mirando al horizonte con gesto un tanto irritado)

Ici: ¿Vas a seguir con esa actitud contra ella?

Elena: No me creo sus lloros ni sus palabras, lo que importa en la vida son los hechos, y ella me los ha demostrado sobradamente

Ici: Todos podemos equivocarnos Elena