Capítulo 67

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Quedarse a solas con Natalia era un nuevo reto, una nueva sensación, se mordió el labio, sus manos temblaban, no le había gustado sus maneras con Euge, pero tampoco le había gustado el comentario de Euge. Entró pensando en no reprochar nada, tan solo estar con su hija y tratar de que la fiebre no subiera. Al entrar, agradeció que Natalia no hiciera un solo comentario era como si hubieran creado un pacto entre las dos, un pacto que sabían antes o después se rompería, pero ambas sabían que no sería delante de la niña.

Nati: Mami ¿y la buela?

Alba: Está malita como tú

Nati: Mamá dise que el tambor no suena

Alba: ¿El tambor? (sonrió no podía evitarlo, la ternura y sensibilidad de Natalia tenía esas cosas, para bien o para mal siempre terminaba sorprendiéndola) Eso es, le están arreglando ese tambor cariño, y espero que pronto

Natalia: Claro que sí ya te dije que la abuela está luchando para volver pronto de su viaje

Nati: Mami... no te vayas (le dijo haciendo un pucherito)

Alba: No me voy (le besó)

Nati: Ica (dijo a punto de llorar)

Natalia: Espera te traigo los polvos y te vuelvo a poner, ¿sí?

Nati: Chi. Mami abrasa a Nati que ta malita

Alba: Claro cariño... mami abraza a su hija todo lo que sea necesario (sonrió y le dejó un beso en la frente sintiéndose mejor)

Natalia: Siento interrumpir (en sus ojos volvía esa mirada brillante que a Alba le recordó cuando Natalia trataba de conquistar su corazón) Pero necesito a la pequeña para ponerle los polvitos mágicos que le quitan el picor

Nati: ¿Son mágicos? (abrió sus ojos como platos mirándola)

Natalia: Claro (su voz envolvió a Alba de manera que sintió un escalofrío) Ahora cuando los ponga y mami los restriegue, verás cómo unos duendecillos pasan corriendo por encima de las pupitas y soplan hasta que te quitan el picor (echó un poco y Alba con una sonrisa en sus labios por el gesto de la niña extendió la medicación con el guante que le había prestado Natalia) Y entonces... tranquilita te vas a dormir ¿vale?

Nati: ¿Y los duendes?

Natalia: Duermen contigo

Nati: Pero yo quero mirmir con mis mamis no con duendes (protestó mientras dejaba que Alba le pasara los dedos por su piel notando mucho alivio)

Alba: Pues nada... dormiremos las tres juntitas ¿te parece?

Nati: Chi mami toi malita

Alba: Es verdad (le puso un gesto simpático)

Nati: Y ahoda me pones la toallita con agua

Alba: ¡Pero serás mandona aún estando malita! (le fingió una riña que hizo que la niña sonriera)

Nati: Buenas noches, eso mami (le pidió)

Alba: Beso hija (le dio varios)

Nati: Buenas noches, eso mamá (le pidió también a Natalia que sonreía)

Natalia: Beso mi vida (le dio al igual que Alba unos cuantos)

Nati: Eso mami a mamá (dijo sonriendo)

Natalia: Mandona (le dijo y besó a Alba en la frente)

Nati: Achi no (protestó) Achi no guzta

La apuesta (ALBALIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora