Cuando Ici se acercó al coche vio a Alba hablando por teléfono, su gesto parecía más tranquilo y ya no lloraba. Al verla cerró el móvil y esperó a que se sentara para recibir noticias. Ici se puso el cinturón, respiró con profundidad tratando de buscar algo de paz entre sus delirantes nervios y finalmente le dijo.
Ici: No está... tiene la casa perfectamente arreglada, como si fuera a venir... no sé... no hay ni rastro que diga que tú has vivido en esa casa, lo único que hay es la ropa de Nati y la cuna
Alba: Dios mío... (murmuró abatida)
Ici: No sé si lo ha arreglado para volver o quizá haya sido Alicia quien haya venido y haya sacado todo lo tuyo
Alba: ¿Y crees que Alicia dejaría lo de nuestra hija? (Ici la miró con la tristeza grabada en sus ojos) Nat no me lo va a poner fácil, le he hecho mucho daño
Ici: Pues sí, la has destruido, porque la conozco y sé que pensará que te acostaste con ella algo así como un favor para que quedara satisfecha después de todo lo que ocurrió, que no sentiste nada y que la engañaste, o bien puede pensar, que quisiste marcharte a lo grande, pasarlo bien subirla al cielo para que de golpe bajara al infierno... es así de simple, la mejor venganza jamás utilizada y sí, le has hecho mucho daño, y quizá, también tengas razón cuando piensas que está con Alicia, porque de otro modo no entiendo que nos deje a todos de lado (su voz era dura, su gesto se había vuelto gélido y sus manos apretaban el volante como si de no hacerlo pudiera perder los nervios)
Alba: Necesito verla (susurró)
Ici: Ahora es cuando creo que Noe ha elegido bien, deberá ir Marta que es la única sensata que nos queda
Alba: Ici... lo siento (le dijo cerrando los ojos)
Ici: Lo sé, no me lo repitas
Guardaron silencio hasta llegar a casa. Donde evitaron decirle a Rafi la verdad, y fue Ici quien se llevó a Marta hasta su cuarto, y allí rompió en su rabia contenida, mientras ella trataba de calmarla, ya no solo con sus palabras, también con caricias que terminaron por estrecharla en su cuerpo. Marta sabía que también sufría y por eso entendía la rabia que había estado conteniendo para no sacarla contra Alba en aquel cuarto.
La cena entre Alicia y Natalia, fue mucho más amena de lo que Natalia pensaba, Alicia sacó todo su potencial encantador, la conocía tan bien que era consciente que guardando en esos momentos una prudencial distancia, podía recuperarla, sin avasallarla, manteniendo prudencialmente esa distancia que contradictoriamente sabía podía acercarla, sabía a lo que había ido a su casa, y era consciente por su mirada vacía y apagada de cualquier sentimiento que estaba en un momento bajo, deshacerse de todo cuanto representaba a Alba, le estaba volviendo vulnerable, lo sabía.
Natalia: Me voy a la cama
Alicia: ¿No quieres tomar un poco el fresco?, después del día de calor que hemos sufrido nos irá bien, ¿quiere beber algo?
Natalia: No, gracias
Le hizo caso y salió hasta la terraza, se dirigió a una tumbona, junto a la pequeña piscina que les era suficiente para ambas refrescarse, y en la que muchas veces se había metido para bucear y así lograr que todo se desapareciera, su mente, las voces... todos los recuerdos...
En casa de Ici la seriedad había llegado a todas, Rafi se había retirado a descansar y rezar para que al día siguiente las cosas fueran mejor. Marta e Ici se habían salido a la terraza con un refresco, mientras Alba había acompañado a Nati hasta la cama para que se durmiera, aquella noche como tantas atrás, volvió a hablarle a la niña, de Natalia, de su moto, de Jerez, de los caballos, de sus ojos, de sus manos, hasta que se daba cuenta que la niña llevaba rato durmiendo, y ella hablando de Natalia con la voz rasgada por el recuerdo, por el dolor. Le dejó un beso en la frente mientras mirándola le decía.
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La apuesta (ALBALIA)
FanfictionTodo empezó como un juego... Es una adaptación de Maca y Esther Historia original de Idana