Eran cerca de las siete de la mañana y Alba no había podido conciliar el sueño, Natalia seguía enganchada a ella, durante la noche la había llamado decenas de veces, y siempre la voz suave de Alba la había tranquilizado, algún beso se había escapado, a veces en una piel, a veces en la otra. Aprovechó un momento que Natalia se volvió para levantarse al lavabo, se miró al espejo, estaba desnuda, Natalia la había acariciado alguna vez durante la noche, sus manos se habían llenado con unos pechos que la llamaban a gritos, y entonces Alba dejaba que su cuerpo le guiara, le dejaba hablar porque ella necesitaba encontrar las respuestas de muchas preguntas que le daban miedo, pero estaba dispuesta a averiguar. Se duchó con un dolor de cabeza que sabía no sería nada comparado al que tendría Natalia, salió con el albornoz, la volvió a contemplar, solo espera que no recordara su confesión ante la desesperación de verla así por lo que pudiera pasar entre ellas.
Descorrió un poco la cortina, Natalia estaba de espaldas no la despertaría, como había pensado la noche anterior sobre Madrid caía una lluvia fina y continuada que le daba una visión diferente, quizá sería un buen presagio. Se sentó en aquel cómodo sillón que había en la terraza, se arropó con el cuello del albornoz y al cerrar sus manos, vio la alianza, durante todo el día anterior no se había percatado de ella, entonces con una sonrisa de lado jugueteó con ella en su dedo, recordaba cuando Natalia le pidió su anillo para saber la medida, aquella noche también fue movida y repleta de dudas y búsqueda de respuestas que no le dejaron claro nada de lo que sentía internamente en su alma.
Separó la alianza quería verla sin estar en su dedo, entonces, al mirar sus ojos se encontraron con algo escrito.
Alba: TES... (se quedó pensativa, giró su cabeza a la derecha y sus ojos se llenaron de emoción mientras mirando a Natalia repetía con voz melancólica) Te Esperaré Siempre... (guardó silencio durante unos segundos y finalmente su voz sonó repleta de calor para murmurar un entregado) Nat...
La emoción había llenado súbitamente todo su interior, sabía lo mucho que significaban aquellas palabras, pero mucho más al saber porqué Natalia había cometido aquella locura, suspiró con fuerza, de pronto sintió frío y se acercó hasta el teléfono, encargó un desayuno muy cargado de café y zumos, también pidió un calmante y esperó sentada en el sillón a los pies de la cama, contemplando como Natalia de vez en cuando se movía, y veía como la buscaba a su lado y le hacía sentir cosquillas cuando escuchaba como la llamaba en un susurro.
No había pronunciado otro nombre de mujer, nada más el suyo.
Cuando llamaron a la puerta, Alba se apresuró a abrir para no que no se despertara Natalia, quería dejarla dormir un rato más. Al abrir vio que quien estaba allí era Cheli con una sonrisa de oreja a oreja diciéndole con los ojos lo contenta que estaba de tenerla allí y de su boda.
Cheli: Te he traído un zumo de piña para ti que sé te gustan
Alba: Gracias Cheli
Cheli: De nada corazón, os merecéis esto y mucho más
Alba: Cheli quería pedirte disculpas por... bueno... ayer con el fotógrafo y...
Cheli: Alba, conozco a Nat desde hace mucho tiempo y si bien lo de anoche me sorprendió, en parte la entiendo, no debe ser fácil estar enamorada de una mujer tan maravillosa como tú, y no poder disfrutar de la noche de bodas, pero no te culpes cariño... tú solo date tiempo. Ella te esperará
Alba: Gracias Cheli, la verdad que estoy hecha un lío (le sonrió con tristeza)
Cheli: Pues cuanto antes deshagas ese lío será mejor para las dos. Venga y no tengas prisa por dejar la habitación, ¿eh?, la reserva está hecha para todo el día de hoy y si por una de esas casualidades necesitas la noche, ya sabes que sin problema (le sonrió divertida)
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La apuesta (ALBALIA)
FanficTodo empezó como un juego... Es una adaptación de Maca y Esther Historia original de Idana