Poco a poco la luz iba tomando fuerza, la tormenta había pasado y dejaba paso a un día brillante, el olor a tierra mojada penetraba la habitación, le daba una sensación de tranquilidad y descanso a Alba, que sin haber dormido en toda la noche, se sentía fresca como aquel amanecer. Seguía sentada en la cama, los dolores iban remitiendo y se sentía mucho más recuperada físicamente, aunque mentalmente seguía nerviosa y preguntándose si después de lo sucedido la noche anterior Natalia volvería a entrarle el desayuno, "Apuesto a que no, ayer estaba preparando su táctica... (su mente guardó silencio por unos instantes, tras exhalar un tranquilo suspiro pensó) Dios como lloraba, no pensé que pudiera derrumbarse así... ayer perdió todo el decoro ante mí sin ningún pudor, ayer se mostró como es, lejos de lo que parecía, ella también tenía miles de dudas, miedos, pero además me ha sorprendido que fuera capaz de susurrarme aquel te quiero, de la manera que me lo ha dicho, con esa calidez, con ese cuidado, Dios me puso los pelos de punta... ¿y ahora que voy a hacer?... tendré que decirle algo... ¿o no?"
Dos golpes en la puerta le hicieron dar un pequeño salto, era ella sin duda querría ir al lavabo. Suspiró y le dijo que pasara...
Natalia: Hola... (le sonrió con la pena grabada en su rostro y unas ojeras que le dieron a entender la mala noche que había pasado. Abrió con una mano y empujó la puerta con su trasero, porque le llevaba el desayuno en la bandeja esta vez sin flor) No cenaste y.... he pensado que tendrías hambre
Alba: Gracias (le contestó sin ocultar su sorpresa "Joder... ¿y ahora que digo?" Pensaba mientras Natalia le arreglaba los almohadones en su espalda) ¿Y tú, has desayunado?
Natalia: No (esta vez quien contestó con una enorme sorpresa fue Natalia "Joder... esto no lo esperaba, es la primera vez que se preocupa por mí... ¡ay que me da algo!")
Alba: Te espero si quieres
Natalia: De acuerdo ("Quita la cara de tonta ¡por favor!, nada más es por cumplir ¿o me querrá decir algo?... ¡Uf al menos parece que no me mira con ese odio!, ¿lo habré conseguido?, se habrá dado cuenta que no quiero hacerle daño, que sólo quiero ayudarla... bueno... (sonrió ampliamente) Y amarla". Lo pensaba mientras se preparaba una taza de café y una tostada que le había sobrado de Alba, de no tener apetito por el disgusto, había pasado a tener un hambre voraz)
Alba: ("Debo hablar con ella... debo ser sincera... pero si lo hago... bueno puedo no ser sincera del todo, pero a la vez, tratar de ser suave... ¡Qué pinta tiene esto por favor!")
Natalia: Mira lo que traigo (llevaba a la niña en sus brazos) Se acaba de despertar
Alba: Mi niña (la miró con total felicidad con una sonrisa de oreja a oreja)
Natalia: La dejo aquí en la cama (la puso a su lado y ambas se quedaron mirando a la pequeña con sus ojos repletos de ternura) Voy a por mi desayuno
Alba: Vale (apartó la bandeja y aún con un poco de dolor al moverse se acercó hasta su sobrina, le besó en la frente susurrándole) Te quiero mi vida y en el fondo creo que hemos tenido suerte, mucha suerte
Natalia: Ya estoy... ¿Qué haces? (le preguntó algo inquieta al verla moverse en la cama)
Alba: Estoy mejor... me duele menos
Natalia: Pero no puedes hacer movimientos así, que no...
Alba: Tranquila, ¿vale?, tengo ganas de poder incorporarme a trabajar (le dijo con calma, y aquel ¿vale?, le sonó diferente a Natalia que se sentó dando un bocado directamente a la tostada para mantener la boca cerrada) ¿Cuándo vamos a ir a Jerez?
ESTÁS LEYENDO
La apuesta (ALBALIA)
FanficTodo empezó como un juego... Es una adaptación de Maca y Esther Historia original de Idana