Sobre la moto, Natalia esperaba la bajada de Alba, había tratado de relajarse mientras no viera abrirse la puerta. Cuando finalmente lo hizo, Alba salió con mala cara, Natalia se percató.
Alba: Hola cariño (la besó suavemente en los labios)
Natalia: Hola (le respondió con sinceridad)
Alba: ¿Qué te pasa? (le preguntó seria al ver su gesto tenso y su poco acompañamiento en el beso)
Natalia: Nada... (suspiró pensando "dímelo por favor... dímelo, necesito que me lo digas")
Alba: Espera Nat... podemos hablar un momento, necesito tu ayuda
Natalia: ¿Qué te pasa? (se le olvidó su rabia al ver su gesto tan triste y preocupado, tanto que le tomó la mano y le susurró) ¡Eh... mi niña!
Alba: Nat me siento fatal (comenzó diciendo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas)
Natalia: ¿Qué... por... por qué? (preguntó con temor mientras la llevaba hasta un banco para sentarse y hablar apartadas de la gente)
Alba: Verás... cuando he llegado a casa me he encontrado con Euge (la miró con pena quería mirarla a los ojos)
Natalia: Lo sé (no pudo callar por más tiempo y fue ella quien agachó la cabeza, tras un suspiro le dijo) Sigue
Alba: ¿Cómo que lo sabes? (la miró incrédula, pero Natalia le invitó a seguir) Está bien... ha llegado borracha... estaba fatal nunca la había visto así (su voz sonaba repleta de lástima, Natalia cerró los ojos y le tomó la mano) Me siento culpable de esto Nat... no sé qué hacer...
Natalia: No tienes la culpa Alba, ni tú, ni yo ni siquiera ella, pero debería aceptar y respetar tu decisión (le acariciaba lentamente la mano)
Alba: Lo sé, pero no sé qué hacer... no sé qué decir... me gustaría poder hablar con ella con calma otra vez, pero me gustaría poderla convencer de que te amo, de que ¡joder!... de que eres la mujer que quiero y no estoy dispuesta a perder otra vez, lo tiene que entender (decía rozando la desesperación)
Natalia: Tranquila mi amor (susurró acariciándole la mejilla) Habla con ella, díselo
Alba: Sí, sí (mostró su ceño fruncido) Pero quería decirte que voy a dejar que esta noche se quede en mi casa, no puedo dejar que se vaya, al fin y al cabo, ella me ayudó mucho y.... ahora no sería justo darle la espalda
Natalia: Ya (sonrió asintiendo mientras cerraba los ojos)
Alba: ¿No harías tú lo mismo? (no fue ni sonó a reproche, más bien a una búsqueda de consejo, a un miedo profundo por lo que Natalia pudiera sentir)
Natalia: Sabes que sí, y.... bueno... a ver, te aclaro algo, he subido para regalarte una rosa, mi madre me había dicho que no habías llamado así que pensé que te habías quedado dormida, te gusta tanto dormir, que fue lo primero que se me ocurrió (Alba sonrió por su observación, aunque la miraba atentamente) He ido a casa y he entrado, ¡joder cuántas llaves tienes!, parece que todo el mundo pueda entrar en tu casa
Alba: No seas tontita, las suyas se las he quitado... pero comprende que... (se mostró más serena, en los ojos de Natalia no había furia y eso le tranquilizó)
Natalia: Sí, sí perdona (resopló algo nerviosa)
Alba: ¿Y?
Natalia: Pues eso que la he visto, he estado a punto de matarla, te lo juro, y después casi me mato yo bajando las escaleras, creía que me moría no sé en un segundo se me han pasado un montón de tonterías por la cabeza
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La apuesta (ALBALIA)
FanfictionTodo empezó como un juego... Es una adaptación de Maca y Esther Historia original de Idana