Capítulo 14

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La mañana había pasado de manera rápida e intensa, Natalia había mandado dos veces a Mari, quien no había cruzado muchas palabras con Alba, no era santo de su devoción le había dicho abiertamente, después había subido África a la hora de su descanso, también mandada sutilmente por Natalia, África no dio más explicaciones, parecía aceptar aquel encargo con una sonrisilla traviesa pensando en la posibilidad de que Alba fuera la nueva novia de la Pediatra a la que admiraba más como persona que como médico. Noemí había vuelto también, sin ser avisada por Natalia, había vuelto a poner el oxígeno porque sabía que el abogado estaba a punto de llegar, era consciente de que Alba iba a pasar un mal trago y no quería más sustos de los ya habidos. El que estaba siendo vigilado continuamente por unos ojos crispados y gélidos era Joan, Natalia le estaba mostrando sus uñas sin ella misma quererlo, era inevitable. No lo quería cerca de su Alba. Al pensar en ello, sacudió la cabeza negativamente respirando con fuerza.

Mari: ¡Sácala de tu mente anda!

Natalia: No puedo... aunque quiera no puedo

Mari: Pues tampoco es nada del otro mundo, ¿eh?, aquí hay chicas mucho más guapas que ella

Natalia: ¿Pero ¿qué dices?... Alba es preciosa, ¿tú no has visto su mirada?, ¡dios Mari si cuándo sonríe parece que te iluminen los rayos de la luna!

Mari: Que cursi Nat, eso no te pega para nada

Natalia: ¿Verdad? (sonrió con la mujer ante su frase mientras ponía gesto serio, aunque era lo que sentía realmente) Bueno... es que me tiene así, tonta perdida

Mari: Sigo sin saber porqué, ¡pero déjalo!, déjalo

Natalia: Voy a llamar a Ici

Mari: ¡Uf Ici, Ici! (repitió mientras guardaba algunas historias)

Natalia: ¿Ici?, soy Nat

Ici: Vaya... ¡ni que no supiera quién eres!

Natalia: Ya tonta... (sonrió) Es que quería pedirte un favor

Ici: ¿Más favores? (le preguntó con tono un tanto autoritario) Nena ¿sabes las cosas que me debes?

Natalia: ¿Desde cuándo las amigas cobran por hacerse favores?

Ici: Desde el momento en que tu querida hija-sobrina-adoptiva, se me ha meado en los pantalones nuevos de dolce y gabbana

Natalia: ¿De verdad? (no podía dejar de sonreír abiertamente)

Ici: Ríe, ríe... que ya me los pagaras...

Natalia: Eso te los tendrá que pagar su tía

Ici: ¿La Alba?

Natalia:

Ici: ¡Por la Virgen del Perpetuo Socorro!

Natalia: Venga va... no reniegues, mira, el favor consiste en que vengas a estar con Alba mientras Isabel termina de trabajar

Ici: ¡Por los Clavos de Cristo!

Natalia: Sólo será un rato... para que después del bajón que le va a dar con el abogado y mi propuesta no este sola

Ici: ¡Madre del Amor Hermoso!

Natalia: ¡Quieres dejar de aclamarte a los santos!

Ici: Joder Nat que tú me quieres poco y me estoy dando cuenta ¿eh?, es decir, quieres que vaya con la leona de Alba que no puede ni verme, justo después de que el abogado le diga no puedes adoptar y tú le sueltes la bomba del siglo de que si... ¿nena te quieres casar conmigo?

La apuesta (ALBALIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora