En el cuarto de Nati, su madre estaba entrando para despertarla, era hora de desayunar, pero la vio tan tranquila que pensó en dejarla dormir un poco más, se fue a la cocina a preparar el desayuno, pasó por el cuarto de su madre quien también dormía, y se dispuso a preparar el desayuno cuando sonó el timbre de la puerta, miró el reloj, eran las nueve y media.
Alba: ¿Quién?
Ici: Soy Ici, Alba
Abrió y esperó verla salir del ascensor.
Alba: Hola (le sonrió)
Ici: Buenos días, ¿qué tal?
Alba: Bien iba a desayunar
Ici: Te he traído unas porras para tu madre y mi princesa, ¿se ha despertado ya?
Alba: No, está rendida
Ici: Normal, ¡tú no sabes lo que disfrutó!
Alba: Imagino me lo estuvo contando y al final se durmió agotada (dijo sonriente)
Ici: Alba... yo... quería preguntarte si sabes algo de Nat
Alba: ¿De Nat?, desde ayer no, ¿por qué?
Ici: Vengo de su casa, iba a desayunar con ella, pero no está
Alba: Ni idea (dijo frunciendo su frente)
Ici: Y lo peor es que la moto tampoco y no está para conducir aún
Alba: Pues no sé... (trató de no demostrar preocupación)
Ici: Dale un poco de tiempo
Alba: Se lo he dado, pero cuanto más tiempo pasa menos ganas tengo de hablar con ella, la verdad, anoche me dolió su comportamiento
Ici: Ya, me dolió hasta a mí
Alba: Entiendo que no quiera hablarme, pero al menos que me deje hablar a mí, ¿no?
Ici: Pues sí (ladeó la cabeza de lado)
Alba: No sé... le he dado muchas vueltas a la cabeza y no quiero que Nati pague nuestras diferencias
Ici: Eso sobre todo (agregó mientras comía una porra)
Alba: Me consta que la adora, pero... (sonó su móvil) ¡Uy quién será a esta hora!
Ici: Igual es ella
Alba: No, es Paul (Ici sintió como la porra que se había terminado de tomar se le quedaba atravesada en el estómago, y al ver como el rostro de Alba palidecía temió lo peor) Lo siento, pero... ¿puedes repetirlo?...
Ici: Joder... ¿qué habrá hecho? (musitó bebiendo agua para bajar la maldita porra)
Alba: Ya (Alba cerró los ojos con la rabia reflejada en su rostro) De acuerdo, adiós
Ici: No me asustes (le dijo temiéndose lo peor)
Alba: ¿Puedes quedarte un momento aquí? (le dijo sin mirarla con la mirada fija en un punto cualquiera mientras su cerebro procesaba la información recibida)
Ici: ¿Qué ha hecho?
Ya no le contestó, la vio coger las llaves abrir la puerta, dar un portazo y salir como alma que lleva el diablo. Cerró los ojos pensando que iba a estallar la bomba que había instalada entre ambas, llamó con las manos temblorosas a Marta y le estuvo explicando lo sucedido.
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La apuesta (ALBALIA)
FanfictionTodo empezó como un juego... Es una adaptación de Maca y Esther Historia original de Idana