Capítulo 45

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Por los pasillos de urgencias del Hospital Privado caminaban Alba y Noemí, ambas con el fonendo colgado, Alba había visto el pasillo que llevaba a consultas externas y había decido acercarse para ver si quedaba muy lejos la escalera, al girarse para ir hasta Noemí, la vio con un médico alto, engominado y con una carpeta en su mano derecha, presintió que aquello significaba problemas y se acercó con sutileza leyendo la placa con su nombre.

Doctor Carrillo: Entonces es su primer día... ¿y cómo puede ser que nadie nos haya presentado? (preguntaba el hombre con gesto confundido)

Noe: Estaban por hacerlo ¿eh?, pero la chica que me iba a presentar ha tenido una urgencia y...

Alba: Doctora Pallardó... disculpe por favor. Doctor Carrillo ha sido culpa mía (le decía completamente metida en su papel)

Doctor Carrillo: ¿Disculpe, la conozco?

Alba: Claro Doctor, comencé la semana pasada ¿no lo recuerda?, luego he tenido varias noches, que me quejé un poco por eso (puso gesto simpático hablando totalmente convencida de lo que decía ante la mirada un tanto incrédula de Noemí y muy perpleja del doctor) Pero vamos no se preocupe que ahora a la doctora le explico el funcionamiento... (le guiñó un ojo)

Doctor Carrillo: De acuerdo. Si necesita algo pasa por mi despacho y encantado Doctora

Noe: Igualmente (sonrió hasta que se fue) Joder un poco más y me pilla

Alba: La puerta es aquella otra, tenemos que pasar todo el pasillo, ¿preparada?

Noe:

Enfermera: Doctora aquí tiene los análisis

Noe: ¿Ah sí? (miró de reojo a Alba que se ponía nerviosa mientras veía como el Doctor se detenía a mitad pasillo y se giraba a mirarlas) ¡Pero esto que es!, esa analítica tiene que estar mal

Enfermera: ¿Cómo?

Noe: Pero ¿qué pasa todo lo tengo que repetir? (le salió la vena Casillas y Alba sonrió) Vamos repítame esta analítica... y usted piensa llevarme a mi consulta

Alba: Claro Doctora. ¡Vaya carácter, eh!

Enfermera: Joder... ¿y tú quién eres?

Noe: ¿Tengo que esperar mucho?

Alba: No doctora ya voy. No le hagas esperar (le dijo a la enfermera que se marchó mascullando contra la nueva doctora) ¿Qué tenía?

Noe: Nada... un poco de azúcar, colesterol... vamos por favor...

Alba: De acuerdo




Ici había llegado y se había sentado en el sofá, esperaba noticias mientras cerraba los ojos y recordaba a su amiga, la echaba tanto de menos que esperaba por el bien de todos, que aquella locura que se le había ocurrido saliera lo mejor posible. El que tuviera una secretaría les había hecho cambiar la estrategia, sin duda, había que entrar sin avisar, si Alba quería hablar con ella tenía que ser sorprendiéndola, y eso es lo que estaba a punto de ocurrir. Suspiró, notaba su corazón alterado y no podía dejarse llevar ella también por los nervios.




En el ascensor, seguían con sus batas puestas, había pasado el peligro, así que estaban algo más relajadas. Pensaban subir directamente al piso sexto, pero el ascensor se detuvo en el primero, y entraron dos mujeres vestidas de verde. Ellas se cruzaron una mirada un tanto nerviosas mientras escuchaban atónitas la conversación de ambas tras saludarlas.

La apuesta (ALBALIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora