Capítulo 58

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Alba llegó con un considerable enfado a su casa, abrió la puerta y entró con los ojos repletos de ira por lo que sus ojos habían visto en aquella cafetería.

Isabel: La niña sigue... ¡uy!, ¿qué te pasa? (le preguntó al ver aquel gesto)

Alba: Nada... ¡desde luego las cosas me quedan muy claras!, vamos clarísimas

Isabel: Nat (dijo segura)

Alba: ¡Es que...!, de verdad ¿eh? (no sabía cómo decirlo, se había apoyado en la mesa del comedor con gesto descolocado y furioso)

Isabel: Respira hija, respira. ¿Qué ha pasado?

Alba: Nada que me he dado cuenta de que todo es mentira, de que me he estado engañando a mí misma (dijo con rabia cerrando los ojos)

Isabel: ¿Empezamos desde el principio? (la miró con cariño mientras Alba resoplaba pasando la mano por la frente un tanto nerviosa. Isabel la miró con pena y le preguntó) ¿Qué pasó anoche Alba?

Alba: Nada, o todo, no sé... (elevó los hombros más desconcertada que lo estaba al entrar y se giró marchándose a la cocina)

Isabel: No creo que no lo sepas (la siguió hasta la cocina adonde se había dirigido Alba con andar furioso)

Alba: Discutimos, nos dijimos muchas cosas... todos reproches, acabamos haciendo el amor como si fuéramos dos locas, con rabia, con demasiada rabia (Isabel escuchaba atenta con un pequeño dolor en su alma mientras Alba se sentaba enfrente suya con una taza de café) Y te juro que no sé qué voy a hacer, ni que le voy a decir la próxima vez que me llame, ni cuando la vea, ni cuando la mire porque realmente no sé lo que significo para ella, no sé si realmente soy nada, si soy todo, no sé lo que soy para ella

Isabel: Bueno... lo principal es que habéis tratado de solucionar el problema que tenéis, nadie os dijo que fuera fácil, es mucho tiempo donde han ocurrido muchas cosas, buenas y malas desde que empezasteis, ahora quizá sea necesario hablar con tranquilidad, con mucha tranquilidad una vez sacado lo malo queda lo bueno

Alba: ¿Para qué?, ¿sabes dónde la he visto?

Isabel: No cariño... aunque me veas con esta pinta de bruja hoy, no lo soy no veo el futuro (dijo muy seria)

Alba: Isabel (logró sacarle una sonrisa por el gesto que ponía la mujer. Suspiró con fuerza) La verdad que tengo suerte, si excluyo a Nat, he ganado muchas cosas conociéndola

Isabel: Y sin excluirla también, ¿o qué?, ahora se hace el amor por ahí con una persona que no despierta nada en ti (Alba agachó la cabeza algo avergonzada) Y que conste que no es un reproche... ¡pero me vas a contar que has visto para venir como si fueras el demonio con los ojos rojos!

Alba: Joder... ¿tanto se me ha notado?

Isabel: ¡Alba! (le instó con apremio)

Alba: Vale... vale... estaba en la cafetería con la fotógrafa de la boda, que dicho de paso, anoche ya le echó el ojo

Isabel: ¿Nat? (la miró completamente exaltada)

Alba: No, la fotógrafa, bueno aunque, si estaba con ella muerta de risa será que ella también le ha echado el ojo (lo dijo mientras su frente se fruncía pensativa)

Isabel: Sí, sí, claro, por eso hace el amor contigo, para irse con la otra

Alba: Mira, lo único que sé, es que yo me he pasado toda la noche mal (su tono se tornó duro y oscuro como el día se había convertido de repente en frío y lluvioso) toda la noche sufriendo por lo que nos había pasado, con ganas de llamarla

La apuesta (ALBALIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora