Capítulo 11

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En el quirófano, habían limpiado la herida del muslo, habían dado sus puntos de sutura, por poco no había traspasado la Femoral y le habían puesto un drenaje torácico para ir sacando el aire del pulmón afectado por la rotura de dos de las costillas. Mientras se desinfectaban en la zona séptica, Noemí veía a una Natalia demasiado callada y pensativa, no quería interrumpir cualquiera que fuera su pensamiento, pero, tampoco quería abandonarla allí, revolcándose en su tristeza, porque si algo tenía claro era que estaba triste, muy triste.

Noe: Vamos Nat, todo ha quedado en un gran susto, el Neumotórax está controlado, en un par de días le quitamos el drenaje si todo va bien, las costillas bueno... va a tener una recuperación algo lenta pero seguro en un par de meses vuelve a ser la misma, solo ha sido eso... un gran susto

Natalia: Ya (cogió el papel para secarse las manos mientras miraba a Noemí) Mientras la estábamos cosiendo me he dado cuenta que le debo muchas cosas y pienso pagarlas todas

Noe: No lo debes nada Nat (la miró fijamente como queriéndola hacer reaccionar a través del espejo)

Natalia: Sí, claro, mira si no me odiara tanto, ya habría aceptado el trabajo en cuanto Alonso se lo propuso, por cierto (la miró con dudas) ¿Sabes si ha firmado el contrato o....?

Noe: No lo sé

Natalia: Mierda... (resopló nerviosa)

Noe: Nat...

Natalia: No Noe, si no me odiara tanto se habría montado conmigo en la moto, me puso la excusa que tenía miedo, esto no le habría pasado, ni tampoco hubiera pasado los últimos días sufriendo como lo ha hecho por mi culpa, si se hubiera muerto, ¿cómo habría sido su vida desde que yo hice...?

Noe: ¡Nat, Nat!, ¡ya vale!, no puedes culparte de esto, es injusto que te estés cargando tú con todo cuanto a Alba le ha pasado, es cierto, tienes una parte de culpa, pero has tratado de ayudarla, has tratado de recomponer lo que le rompiste

Natalia: ¿Crees que con eso ya he exculpado mi comportamiento? (su voz sonaba repleta de tristeza, callaron cuando el anestesista salió para como ellas lavarse) Bueno... será mejor que vaya a la habitación, la espero allí

Noe: Sí... (se mordió el labio pensativa, se apartó con sus manos el flequillo de su frente y miró al techo, sabía que Natalia sufría, pero no sabía cómo ayudarla. Decidida después de observar a Alba todavía en la mesa de operaciones salió tras ella) ¡Nat!

Natalia: Dime (se detuvo en el pasillo)

Noe: ¿Y lo otro?

Natalia: Paul lo va a mirar

Noe: ¿Te ha aconsejado algo?

Natalia: Sí, lo mismo que tú, que sería mejor ni siquiera plantearlo

Noe: Mira... no hagas nada. Déjalo tú no puedes implicarte más en esto. Además... es más fácil que Alba lo tome por el lado malo que por el bueno

Natalia: ¡Noe!, sabes que ese no es mi estilo, aunque tampoco era violar a nadie (se dijo resoplando como un caballo viejo al que le hacen dar unos pasos de más) Lo quiero intentar

Noe: Nat solo te digo esto, cuando una no es santo de devoción de otra persona, debe ir con pies de plomo para tratar ciertos temas

Natalia: Lo sé. Pero es la mejor opción, sólo espero que me deje explicarme

Noe: Bueno mira... de momento voy a cambiarte mañana el turno, así podrás estar con ella, voy a dejarle la sedación así que si quieres ir a casa a cambiarte y ducharte

La apuesta (ALBALIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora