Capitulo 30: Caos

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Inestable como un terremoto, persistente como una ola del mar. Así es exactamente cómo se siente, así es como debe aprender a vivir o eso le han dicho. Realmente alguna cosa más le han dicho, pero esa es una de las que le ha llamado la atención.

Son muchas las ideas preconcebidas que le han acompañado hasta llegar a aquella consulta y seguramente son esas mismas ideas, las que le han alejado durante años de dar ese paso. Tenía miedo, principalmente por desconocimiento. No sabía exactamente que se iba a encontrar, pero sin duda, no encajaba con la realidad que ha sido. No sabía que decir o cómo empezar, estaba nervioso y en cierto modo reticente... No fue como esperaba, fue diferente.

Le tranquiliza que no le haya mencionado esas pastillas que le dio su médico hace unos años, esas a las que no quiere volver. Pero él que no es amigo de las palabras, no ha podido evitar sentirse en algunos momentos en un interrogatorio. Haciéndole sentir ligeramente incómodo, expuesto.

Sin embargo, ahora que espera en la puerta del hospital por si ve salir a Blanca, se siente algo más liberado. Como si en cierta forma, se hubiera quitado un peso de su cuerpo. Aunque ese peso solo sean los nervios de dar ese primer paso.

- ¿Luis?- pregunta extrañada la chica al reconocerlo

- Te... te estaba esperando...- responde algo nervioso

- Tengo poco tiempo, Yon viene a buscarme ahora- explica revisando la hora en su muñeca

- Fui al psicólogo- verbaliza consiguiendo así la atención de la enfermera

- ¿Qué tal ha ido?- pregunta con una sutil sonrisa arrastrándole a un banco cercano

- No sé- admite- no sé muy bien si eso va a servir de algo

- ¿Por qué dices eso? De verdad que es muy buena- la defiende

- Yo he hablado, hablado y hablado y tampoco me ha dicho mucho... no me ha dicho que se supone que debo de hacer...- explica

- Eso creo que es competencia tuya- ríe sutilmente

- ¿Entonces de qué diablos sirve?- pregunta algo confuso

- Dale una oportunidad, por favor...- le pide posando la mano en su pierna

- Te lo prometo, solo por no aguantar lo pesada que eres...- suspira

- No- niega- hazlo por ti y en segundo lugar por tu hijo, esa niña a la que quieres como una hija y por Aitana- razona- pero en primer lugar por ti- resalta

- Por Aitana...- murmura

- ¿Hay novedades?- se interesa- ¿Cómo va ese conocerse de nuevo?

- ¿La verdad?- responde

Justo en ese momento un claxon les interrumpe

- Yon- se da cuenta al ver el coche, gesticulando una señal de que espere unos segundos

- No le hagas esperar anda- la deja libre él

- No hombre- resta importancia- otras veces espero yo así que contesta

- Va bien tranquila, todo bien- miente para que la chica se vaya tranquila

- ¿Seguro?- pregunta algo insegura

- Todo lo seguro que puedo ser yo- bromea

- Mira que eres imbécil- ríe dándole una ligera colleja- ven y te acercamos donde quieras- le propone

- Nono- se niega- necesito pasear un rato solo- admite

- Está bien- le concede antes de despedirse para correr hacia su novio

SaudadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora