Aunque el mes de septiembre siempre suele ser caótico por todo lo que conlleva, Aitana no parece acostumbrarse y un año más, siente que vive a mayor velocidad de la que su cuerpo puede soportar.
Aun así, gracias a su buena organización logra cuadrar la vuelta de Ghana, la de Galicia de sus niños, la compra de material escolar y reorganizar equipajes, uniformes, sin olvidar las agendas de todos para hacerse cargo de Martín y sin por supuesto, descuidar la cantidad de compromisos laborales a los que se suma la boda de sus amigas.
Así que ahí está, con un ojo en el reloj y con el otro en la pantalla del ordenador en el que Adrián le está mostrando las fotos de la nueva colección que sí o sí tiene que elegir ya, pues hoy mismo han de subir las imágenes a la web.
- A esta si le añadimos un filtro del perrito de esos de instagram seguro que mejora mucho la calidad- propone el chico al verla ligeramente despistada
- Sí, me parece bien- responde ella autómata intentando calcular cuantos minutos más puede apurar para no llegar tarde a por su hijo al colegio
- Aitana- llama su atención tocando su mano para que fije su mirada en él- no me estás escuchando- la hace saber
- Perdón- se disculpa- tienes razón, es que en nada sale Martín del colegio y le prometí que iba a ir a buscarle todos los días al menos hasta que...
- Pues vete a por él- la interrumpe- tráele si quieres y mientras compro yo algo para que coma, no creo que esto nos lleve mucho más- sugiere
- Que va... si le llevo a comer donde Miriam, hoy tengo que echar aquí muchas horas, septiembre es duro- bromea guiñándole un ojo
- ¿Entonces traigo comida solo para los dos?- pregunta
- No me quiero aprovechar... tienes descanso para las comidas desde que entraste aquí a trabajar- le recuerda
- Ya bueno, pero no sería la primera vez que no me lo tomo- rebate de manera certera
- Bueno pero guarda el ticket que corre a cargo de "Bruixa"- termina aceptando mientras se levanta para no perder un segundo más allí y no ganarse una mirada acusatoria de Martín
Mirada que no llega a presenciar, pues cuando llega, aún los más pequeños no han salido de clase a pesar de que ya un gran número de padres se amontona alrededor de la puerta. No tarda en aparecer Carmen con la fila de niños de su mano para, uno a uno, ir nombrando a los pequeños. Y es entonces cuando Martín la ve, cuando recibe esa mirada que le da la energía necesaria para soportar todo el día, incluso para cientos de meses como el de septiembre
- ¿Qué tal hoy?- le pregunta enredando sus dedos en los rizos del pequeño ya que quedan a su alcance porque el pequeño se ha abrazado a sus piernas
- Súper bien, hoy he conocido a una profe nueva – responde con una gran sonrisa- aunque Óscar me ha intentado quitar la mochila otra vez...- se queja algo molesto teniendo Aitana que ocultar la risa que le sale inconscientemente
- Ya sabía yo que no era demasiada buena idea...- le recuerda intentando parecer seria
Apenas han vuelto de viaje hace dos días, pero la vuelta al cole es inminente y las últimas compras son ya lo suficientemente necesarias como para no poder postergarlas. Así que se enfrentan a un día de autentica aventura por el centro comercial.
Por suerte, Aitana tiene a su hijo bajo control, ya que a Martín le pareció lo suficientemente atractivo ir dentro del carro. Aun así, empieza a dudar sobre quien tiene más peligro, cuando tanto Laia como él la insisten en comprar los diferentes bolígrafos y pinturas de colores.
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Saudade
أدب الهواةSegunda parte de "Ohana" Ya han pasado 13 años desde que la vida volvió a dar un vuelco, desde que Laia abandonó ese lugar en el que nunca escogió estar, pero del que no se arrepiente haber vivido. ¿Cómo será su vida ahora? ¿En qué tipo de adolescen...