Cuando llega a "Bruixa" empieza a plantearse que no ha inventado ninguna buena excusa para hacer frente al interrogatorio que está seguro que le hará Marta cuando le vea llegar. Porque si algo ha aprendido, es que esa chica es incluso peor que Amaia y Miriam juntas sacando información, ya que tiene la espontaneidad de una y el carácter de la otra.
Su sorpresa llega, cuando no encuentra a Marta en esa primera mesa que está cerca de la puerta. Espera unos segundos esperando a que alguien le reciba y sopesa la posibilidad de acercarse directamente al despacho de la catalana, pues a estas horas no parece haber mucha gente en las instalaciones.
- ¿Buscas algo?- le sorprende una voz masculina
- Buscaba a Aitana- responde girándose, comprobando que esa voz no es otra que la de Adrián
- ¿Habías quedado con ella o algo?- se interesa
- Pues la verdad es que no- admite- ¿está reunida?- pregunta
- Sí, es eso- responde de forma precipitada- está ahora reunida y no sé cuánto tardarán...
- Bueno, no tengo prisa, puedo esperarla- intenta resolver la situación
- Está ocupada y no ha planeado descansos para poder ver a su hijo cuando vuelva a casa- explica de nuevo
Tiene que contenerse y es solo un motivo el que aparece en su mente, Aitana. Y es que no quiere acrecentar el enfado de la catalana por dar la respuesta que en el fondo sabe que se merece ese chico por la forma en la que le está hablando. Sobre todo, por ese pronombre posesivo que ha utilizado al hablar de Martín, cuando es conocedor de quien es él.
- Entonces me voy con MI hijo- zanja la conversación corrigiéndole de alguna manera
Aunque su verdadera intención está lejos de volver a casa o de llamar a su hermana. Tiene y quiere hablar con la catalana, no piensa dejar que su enfado por el motivo que sea, vaya a más. Y bajo ningún concepto espera solucionar lo que quiera que haya pasado delante de Martín, ya que conoce a la chica y disimularía con tal de no preocupar al pequeño, pero crearía así un fango en el fondo de su relación.
Amortiza los minutos de la manera más ridícula que se le ocurre, pasea en círculos por esa pequeña plaza que hay frente al local de la catalana. Se sienta en un banco para observar como una anciana da de comer a las palomas, pese a que la normativa indique que está prohibido. Incluso se atreve a teclear simples ideas en las notas de su móvil, que quizás en algún momento le sirvan para alguna canción. Hasta que por fin la ve salir buscando algo en un bolso que casi ocupa más que ella, siéndole inevitable ocultar esa sonrisa traviesa que aparece cuando la tiene cerca.
- Te estaba esperando- dice para advertirla de su presencia
Haciendo que la chica eleve su cabeza verdaderamente sorprendida, comprobando por puro instinto que su hijo no anda cerca de ellos
- ¿Y Martín?- pregunta tras dar un rodeo con la vista a su alrededor- ¿ha pasado algo?
- Está con mi hermana- la tranquiliza intentando acariciar un brazo que Aitana aparta
- Si hoy tampoco podías estar con él habérmelo dicho-responde seria
- ¿Cómo?- pregunta sin entender esa reacción de la chica
- Que sí...- empieza a repetir lo que ha dicho inicialmente
- Te he oído Aitana- la interrumpe- pero no entiendo a qué viene esto
- Yo tampoco- le da la razón- pensé que estabas tú con el niño- dice empezando a caminar, pasando de largo por su lado
- Aitana- la frena- sujetando esta vez con éxito su brazo- para un poco- la pide- ya pensé que se me hacía de noche esperándote, como estabas reunida...

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Saudade
Hayran KurguSegunda parte de "Ohana" Ya han pasado 13 años desde que la vida volvió a dar un vuelco, desde que Laia abandonó ese lugar en el que nunca escogió estar, pero del que no se arrepiente haber vivido. ¿Cómo será su vida ahora? ¿En qué tipo de adolescen...