Capitulo 61: Garbancito

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Sale del baño algo incómodo con esos pantalones de traje, que pese a que los tuvo que llevar muchos años en una fase de su vida, aun sigue sin sentirlos parte de él. Pero no puede evitar elevar la vista, cuando intuye como Aitana se examina escrupulosamente ante el espejo.

Está preciosa, aunque duda haberla visto alguna vez de otra forma en la que no lo esté. Si ya le costó quitarse la sonrisa de tonto, cuando la ha visto llegar este mediodía de la peluquería con esas ondas que le recuerdan a actrices de hollywood, ahora acompañada de ese vestido amarillo no la puede ver más espectacular.

- Tenía que haber cambiado el diseño- suspira algo exasperada

- ¿Qué dices?- pregunta sabiendo a que se refiere acercándose a ella- yo te veo espectacular dice de forma sincera rodeando su cuerpo por la espalda apoyándose sobre el hombro que no luce un enorme volante

- ¿Un dos piezas una embarazada?- cuestiona acariciando la zona de su vientre para resaltar esa zona de su figura

- El garbancito este apenas se nota aún- dice acompañando sus manos sobre las de su novia en esa falda que llega hasta el suelo

- Pues yo las nauseas que me da por las mañanas si las noto y los pantalones ya me aprietan- se queja

- Yo te veo más guapa, aún- dice antes de dejar un beso en el cuello que logra hacerla estremecer- y estás siendo el vestido a medida más bonito que has diseñado nunca y eso que aun no se te nota nada...- explica entre susurros dibujándola con las cosquillas que producen sus palabras una sonrisa

Sonrisa que se ensancha aún más, pese a dirigir sus manos a desenlazar las de Luis para dejar de remarcar esa parte de su anatomía algo hinchada pese a las palabras del chico, cuando escucha la voz de su hijo llamándola con sus inconfundibles pasos correteando por la casa

- ¡Mami!- exclama haciendo acto de presencia en la habitación sin ni siquiera llamar

- ¿Aún no te has puesto los calcetines?- le recuerda Aitana obviando esos calendarios de adviento que el niño trae en sus manos- luego vas a tener frío...- le explica el motivo del por qué de ese accesorio que no termina de convencerle

- Pero no hemos tomado la chocolatina de hoy- insiste

- ¿Y si mejor se la damos hoy al caga tió?- propone haciendo referencia a ese tronco al que deben dar de comer cada noche según cuenta la tradición catalana para que en Nochebuena cague regalos- Esta noche no le vamos a poder dejar comida y sino, te vas a manchar que llevas camisa blanca y las titas se van a poner muy tristes- argumenta para convencerlo

- Pero es que yo quiero chocolate...- se niega el pequeño simulando un puchero

- Hacemos una cosa- les interrumpe Luis- el calendario de la tati lo dejamos en su sitio para que haga lo que quiera con él- dice arrebatándole el de Laia previniendo un enfado por parte de la adolescente- la tuya te la doy yo para que no te manches en cuanto te pongas esos calcetines...- propone provocando una sonrisa en el niño- y la de mami y la mía se la ponemos al caga tió

- Vale- acepta Martín entusiasmado dejando los calendarios en el suelo para correr a por sus calcetines

- ¿Y si yo también quería chocolate?- se queja de forma picara Aitana cuando su hijo ya no les ronda cerca

- ¿Tiene antojo la niña?- se burla él rodeando su cintura

- Puede...- responde encogiéndose de hombros

- Creo que usted abusa mucho del privilegio de poder tener antojos...- la vacila haciendo que sus narices se rocen

- Es garbancito- intenta rebatir seria

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