Vida, Y Nuevamente Vida (Reencarnación)

Cap 30: La fuga: Prisioneros prófugos

Capítulo 30
La Fuga: prisioneros prófugos

Tras muchos días después de mi encuentro con Lévan, me encontraba leyendo un libro en mi lecho, que llevaba como título "Reencarnación" podía sonar como algo muy tonto para los demás, pero para mi no. Esta vida era mucho más emocionante que la anterior, aún así sigo extrañando a las personas que conocí antes. Una hora después todos excepto Drannor nos encontrábamos entrenando en equipo.

- Drannor: Chicos, el jefe nos llamó, es urgente.

- Shael:¿Urgente?

Fuimos deprisa hacia su oficina. Nos esperaba con el rostro serio y preocupado.

- J Taredd:  Me acaban de informar que hay problemas en la prisión de Allanar, a estas horas los prisioneros  ya estarán a punto de escapar, los soldados que estan en esa ciudad deben estar luchando ahora mismo. Deben ir a Alora lo antes posible.

-Zabbas: Iremos inmediatamente.

- J. Taredd: Algo más, Allanar es una ciudad vecina por lo que si van en una carroza se demorarán un  2 días en llegar . Pero la prisión se encuentra al este y esta es una urgencia así que sugiero que tomen unas aves  gántares para ir, así llegarán en 8 horas aproximadamente si vuelan a máxima velocidad.

"Los gántares son las aves más veloces de Norindiel"

- J Taredd: Apresurense.

Seguimos las órdenes de nuestro jefe , los gántares eran un tipo de aguila de nuestro tamaño. El jefe no nos dijo nada de cómo manejarlas. Nos subimos rápidamente tratando de parecer expertos, el primero en elevarse fue Zabbas, seguido de mi, luego Drannor y por último Shael, la verdad no era tan difícil dirigirlas, quisiera decir lo mismo de Drannor y Shael, quienes apenas y podían mantenerse encima de las aves. Como el jefe nos dijo llegamos en unas horas, las calles de Allanar estaban vacías, asumí que los habitantes estaban escondidos por lo que estaba pasando , aterrizamos justo en la prisión. Fue peor de lo que imaginé, caos en todos lados,  la mayor parte de la prisión destruida, soldados del ejército luchando contra los fuijitivos.

- Zabbas: Se arrepentirán de todo esto.

- Drannor:  Apuntaré directo a las piernas-  alistó su arco con una sonrisa en el rostro.

- Alynna: Los cortaré a todos Jaja

- Shael: Es hora de luchar.

- Drannor: Shael ¡no se te pudo ocurrir otra frase! jajajaja

Drannor comenzó a detener a los prisioneros  atravesandoles flechas en las piernas, Zabbas hacia paredes de tierra cortándoles el camino. Shael luchaba contra los que podía con ayuda de sus dos navajas, en esta ocasión luché con mi espada oscura. Ellos también nos atacaban tratando de huir, Zabbas fue herido del brazo porque alguien le lanzaron una esfera de  fuego, aún así seguía luchando, me vi seriamente preocupada cuándo noté que Shael estaba ensangrentado y perdiendo contra un grupo de criminales que intentaban huir. Así que guardé mi espada, y comencé a lanzar rayos de luz a cada criminal que veía, en estos años había estado practicando sin que nadie se de cuenta. Ahora podía manejarla mucho mejor.  La magia de luz  y la magia de oscuridad son las más poderosas, podía dejar inconsciente a cualquiera con un solo ataque, solo alguien sumamente fuerte podría resistir y seguir en batalla. En esta ocasión  me aseguré de utilizar la suficiente energía para dejarlos inconscientes y no matarlos.  Pase de estar cerca a mis compañeros para irme a otra calle. Veía llegar a otro grupo del ejército también en limfas. Nuestra batalla duró algo de 4 horas,  utilizar magia de luz  me dió mucha ventaja, pues aparte de ser poderosa es increíblemente veloz. Algunos no pudieron evitar sorprenderse al verme utilizar la luz, nunca quise llamar la atención pero ahora es inútil, ya todos lo saben. Al finalizar la batalla, llegaron  muchas carrozas de prisioneros, según lo que supe serían transferidos a la prisión de Edhil,nadie podía negar que  mi equipo y yo  derrotamos a la mayor parte de criminales. Me reuní con mis compañeros, Shael estaba siendo atendido por un doctor, al igual que Zabbas, Drannor tenía unas leves heridas en el cuerpo, todos me miraron con la misma expresión de enojo excepto Zabbas.