everybody loves him (harry styles)

take my breath away

-¡Jenniffer! ¡No te imaginas a quién acabo de ver! A Edward Styles, el amor de tu vida.-Lorraine corría a toda velocidad para alcanzarla y atrajo unas cuántas miradas.

-Lorraine, al parecer todos ya te escucharon.-Jenniffer estaba totalmente sonrojada y quería asesinarla.

-Como si todas las chicas no se murieran por él, por favor Jenn.-le dió un empujón.-¡Ese hombre tiene un aire a James Dean!

Era difícil que alguien en la escuela no lo notará, era inglés, de familia adinerada, con un físico espectacular y además eran los años 50, cualquier chica estaría encantada de contraer matrimonio con él.

Jenniffer suspiró y agarró a Lorraine del brazo para que no siguiera llamando la atención, fueron directo a su clase de biología y Jenn se sentó en la primera fila mientras que Lorraine le saco la lengua y fue con el capitán de fútbol americano, Bryan. Era difícil que ella no atrajera a los hombres, con su personalidad extrovertida y su físico, si hasta era la copia exacta de Marilyn Monroe.

Su clase comenzó y a los diez minutos entró Edward un poco apurado, ganándose un par de suspiros y siendo perdonado por la maestra por una pequeña sonrisa. Se sentó al lado de Jenniffer y ella sintió que iba a tener un ataque de pánico, cubrió su cara con su cabello y tan pronto volteó su amiga le estaba haciendo señas y fingía besos con su mano, Jenniffer se rió ganándose un llamado de atención por parte de su maestra.

-¿Han dicho algo importante?-Edward susurró cerca de su oído, lo que la hizo sobresaltarse y hacer un estruendo con la mesa.

-¿Sucede algo más, señorita Parker?-esta vez todos voltearon a verla.

-Fue mi culpa, lo siento.-Edward habló y Jennifer lo miró sorprendida, asintiendo un poco confundida.

-Señor Styles, por favor retirese de mi clase.-Edward salió sin decir reclamo alguno y haciendo sentir culpable a Jennifer, ella lo observo directamente y él se despidió con una sonrisa.

Jenniffer no puso atención a lo que quedaba de su clase, solo pensaba en Edward. Cuando sonó la campana salió prácticamente corriendo para evitar los comentarios de Lorraine, volteó por uno de los pasillos y Edward estaba justo en frente de su casillero, tuvo el impulso de voltear pero él ya la había visto y solo pudo sonreír de manera nerviosa, acercándose.

-Siento lo de la maestra Wells-fue lo primero que pudo decir tan pronto estuvo frente a él. Sorprendida de no haber dicho algo más estúpido.

-Esta bien, igual no me gusta mucho su clase.-le sonrió.-De hecho, muchas personas te recomendaron, dicen que eres buena en su materia y quería saber si podrías ayudarme.

Jenn se alegraba de poder hablar con él, pero al mismo tiempo pensaba que la única posibilidad para acercarse a Edward era dándole tutorías, su rostro decayó.

-Eh sí, se me da bien.-abrió su casillero y él se retiró un poco, Jenniffer empezó a buscar su mochila para salir de allí. Edward tomó su mano con delicadeza y la miro directamente.

-Sí quieres puedo pagarte, sé que tú tiempo es muy valioso Jenn.-sentía que su corazón iba a salir de su pecho.

-No, digo... No hay problema, puedo darte las clases gratis.-sonrió y él aún no soltaba su mano ni dejaba de observarla, Jennifer empezaba a pensar que tenía algo en su cara.

-Bien, eso es genial ¿Te parece bien hoy a las 5 en Benny's?-Jenn asintió, intentando procesar todo.-Si quieres paso por tí en mi auto.

-Yo, sí... Estaría bien.-Jenniffer tomó su cuaderno y empezó a escribir su dirección, arrancó un pequeño papel y sus manos temblaban un poco, se lo entregó y el lo guardó en su bolsillo trasero, se despidió de ella con un beso en la mejilla y ella tuvo que contener un grito.

Vió como se alejaba por el pasillo y sintió unos brazos que la rodearon.

-¡Dime que tienes una cita!-era Lorraine, pero esta vez no pudo evitar gritar con ella de la emoción.

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Lorraine estaba ayudándola a arreglarse aunque Jenniffer insistía en que no se trataba de una cita.

-Claro, ¡te invita a unas tutorías en el lugar donde todos van a las citas y no es una cita!-Jenniffer se rió, ella parecía más emocionada.- Y además, ¡viene a recogerte en su auto! No creo el cuento de las tutorías, así que debes ir preciosa.

Después de un tiempo, eligió un atuendo para Jennifer, que la hacía realzar su belleza, la peinó y la maquillo de manera sobria.

-Bien, creo que he terminado con mi trabajo.-se acostó en la cama, haciendo un gesto dramático. El timbre empezó a sonar y Lorraine se cayó de la cama.-¡Es tu Romeo!

Jenniffer se asomó a la ventana y vió a Edward, tuvo que correrse ya que él había mirado hacia su ventana y cubrirse la boca para no gritar.

Escucho el grito de su madre que le indicó que bajará y Lorraine le hizo señas, Jenn tomó sus libros y un par de lapiceros.

-¡No lleves eso! Para besarse no lo necesitan.-le quitó los cuadernos de la mano y Jenniffer intentó quitárselos, forcejeando, cuando escuchó la voz de su madre hablando con Edward, ambas quedaron como estatuas, Jenn aprovecho la situación para quitarle los cuadernos.

-Tienes que contarme como te va, maldita.-Jenn se despidió de ella y bajo rápidamente las escaleras.

-Mirála, siempre se retrasa con todo.-su madre comentó, pero Jenniffer estaba muy concentrada en Edward como para reprocharselo, aunque no era la única, el también estaba hipnotizado.

-...Hola, yo... mamá, él es Edward, voy a darle unas tutorías de biología.-intentaba explicarle pero estaba muy nerviosa.

-Sí, ya nos conocimos ¿A qué hora vuelven?-los miró fijamente.

-A la hora que usted desee, señora Parker.-Edward le sonrió y ella, como casi todas las mujeres de la ciudad, cayó ante sus encantos.

-A la hora de la cena estaría bien Harry, cuídala y llámame Margaret.-Jenniffer lo miró extrañada y el le guiñó un ojo.

-Esta bien Margaret y claro que la cuídare.-beso el dorso de la mano de su madre y sentía que en algún momento ella iba a desmayarse. Jenniffer se acercó a despedirse y su madre le susurró una felicitación en su oído. Ella rodó los ojos y susurró.

-No me voy a casar con él, mamá.

-Deberías.- Jenniffer se dirigió a la puerta y vió directamente a Edward olvidandose totalmente de todo y sonriendo.

-¿Vamos?

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-No sabía que te llamabas Harry.-tomó un sorbo de su malteada mientras que lo veía, el se rió.

-Bueno, la mayoría me conoce por el nombre de mi padre, pero me gusta más Harry.- Jenniffer sonrió, él le había contado sobre sus aficiones, en especial la música y como no quería continuar con el negocio de su padre.

Ella también se había desahogado y había recibido solo cumplidos, palabras de aliento y sonrisas de parte de Harry.

-Lo olvidaba, traje todos estos cuadernos y no hemos empezado a estudiar.-los puso sobre la mesa y Harry soltó una risita.

-De hecho soy muy bueno en biología.-Jenniffer lo miró confundida.-Quería tener una cita contigo, Jenn.

-Esto... ¿Esto es una cita? ¿Por qué?

-Bueno, me pareces la chica más linda e inteligente de la escuela ¿Por qué no?- Jenniffer se sonrojó y bajo la mirada.-¿Te molesta?

-No ¡Claro que no! Solo que estoy un poco sorprendida.-Harry sonrió y tomo su mano.

-Bueno, ya que estamos de acuerdo en que esto es una cita, podemos continuar hablando.-Jenniffer sonrió y asintió.