everybody loves him (harry styles)

neighbour (!)

Alice estaba masturbándose contra su almohada, se había desnudado por completo y sentía como su clítoris rozaba contra el algodón y la hacía gemir. Sus pezones estaban erectos y poco a poco iba arruinando la almohada con sus fluidos escurriendo por sus piernas. Solo tenía algo en mente, Harry. Su Harry. Sus tatuajes. Su voz. La silueta de su pene sobre el pantalón.

Alice gemía cada vez más fuerte e intentaba morder su almohada para no hacer tanto ruido hasta que escuchó que empezaban a tocar la puerta.

-Maldita sea.

Tomó la almohada y la escondió debajo de la cama, encontró una camisa grande para cubrirse y sus pequeñas bragas. Volvieron a tocar y ella terminó de arreglarse. Se sentía frustrada.

Abrió la puerta y se trataba de su hermano menor con sus tacones, tan pronto intento alcanzarlo, empezó a correr por toda la casa.

-¡Jhonatan!¡Vuelve aquí, maldita sea!-fue corriendo trás él.

Sorprendida de que él no rodará por las escaleras, lo siguió al patio trasero dónde la mojó con una manguera, se fue riendo y cerró la puerta con seguro. Maldito engendro de 5 años.

-¡Jhonatan!

Después de insistir por 10 minutos se sentó sobre el césped, su madre llegaría en una hora y estaba totalmente mojada. Cuando vió los rulos de su vecino asomarse, sintió que su corazón se detuvo.

-¿Alice?

Harry había llegado a la parte trasera y la miraba con diversión, aunque cuando se fijó en la manera que estaba, definitivamente empezó a tener su pene más duro, Alice tenía sus pezones erectos gracias a la camiseta mojada y si se fijaba con atención podría ver un poco de sus pequeñas bragas blancas.
Tenía una erección, que no era notable gracias a la cerca de metro y medio que dividía sus casas.

-Hola Harry.-estaba sonrojada y además, sentía que se veía como un total desastre.

-¿Por qué estás tan mojada?-Alice mentiría si dijera que sus bragas no se empaparon un poco más, pero estaba tan apenada que no se atrevía a contestar.

Harry y ella se conocieron cuando él se había mudado hace poco, pero para él era imposible pensar en algo más, ya que ella tenía 18 años y el 32. Alice lo único que hacía era masturbarse pensando en él. Aunque Harry, también había dedicado noches enteras a pensar en su lindo trasero.

-Mi hermano.-sonrió, todos conocían las bromas que Jhonatan le hacía constantemente a Alice y a los vecinos en general.

-¿Quieres pasar?-Harry le sonrió y Alice se sorprendió pero asintió con vergüenza.-Anda, no quiero que mueras de frío por mi culpa.

Alice se levantó e intento escalar por la cerca, Harry la ayudó, pero estuvo más pendiente de su trasero y sus pequeñas bragas.

-Listo, sana y salva.-Alice asintió, normalmente no se cansaba de hablar, pero con Harry, siempre se ponía nerviosa y tenía miedo de hacer algo mal. Él le indicó hacía donde ir y fue en busca de unas toallas.

Alice se sentó en una de las sillas de la cocina y observó toda la casa con atención, había estado allí una vez, cuando fue con sus padres a conocer a su nuevo vecino y su obsesión por él empezó. En su mente, miles de situaciones excitantes se daban, pero sabía que a pesar de que sus hormonas estuvieran incontrolables, Harry no permitiría que nada sucediera.

Él llegó con una toalla seca y se la extendió, Alice murmuró un agradecimiento y se secó, Harry la observaba en silencio, como pasaba la toalla por sus piernas y por encima de su torso.

-¿Quieres algo de beber?-Alice lo observó y negó con la cabeza.-¿Puedo hacerte una pregunta?

-Sí.-asintió con la cabeza rápidamente.

-¿No te agrado o algo así? Eres extrovertida con los demás, pero por alguna razón, siempre estás callada cuando estoy cerca.

-¡No! Claro que no, solo que me pongo nerviosa.-Alice se percató de lo que había dicho y quiso salir de ahí.

Agachó su cabeza y sus mejillas se sonrojaron, Harry quería besarla y follarla ahí mismo, se acercó y separó sus muslos para estar en el medio, tomó su mentón e hizo que lo mirara a los ojos.

-¿Te gustó?-Alice sentía su respiración entrecortada y asintió. Harry le sonrió con satisfacción, pasó su pulgar sobre sus labios.-Tu también me gustas, mucho.

-¿En serio?-Alice soltó un jadeo y él la besó, empezó de una manera delicada, tomando sus mejillas y pasando su lengua sobre sus labios, pero luego de que ella soltó un gemido, la acercó más a él y mordió su labio inferior mientras que pegaba su erección.

Alice movió de manera inconsciente sus caderas hacía delante haciendo gruñir a Harry.

-¿Puedes... follarme?-Alice se lo pidió con ojos suplicantes y con sus mejillas sonrojadas.

-¿Eso quieres bebé?-Alice asintió necesitada.-Primero hay que prepararte.

Harry le quitó la camisa y vió sus pezones totalmente erectos, los chupo y apreto a su antojo, Alice gimió, era mucho mejor de lo que había imaginado. Harry la alzó y la puso sobre la mesa de la cocina, quitando sus bragas con rapidez, las olfateo y las guardo en su pantalón. Abrió las piernas de Alice y vió su vagina húmeda y necesitada, su clítoris se contraía y goteaba sobre la mesa.

-Bebé, estás goteando.-Alice lo miró con vergüenza e intento cerrar sus piernas.-No bebé, déjame mirarte.

Abrió sus piernas y lamió su centro, haciendo que Alice jadeara, luego estímulo su clítoris con su pulgar e introdujo uno de sus dedos con dificultad, sintiendo lo estrecha que estaba su vagina.

-¿Eres virgen?-siguió masturbándola mientras le preguntaba.

-Sí... Pero, yo quiero... Te necesito.-Harry sonrió e introdujó otro dedo, ganándose otro gemido de su parte.

-Hoy se trata de tí, quizás otro día pueda tomarte.-Alice sintió que su corazón se hinchaba ¿Otro día?

-Te quiero ahora.-Harry dejó de mover sus dedos, ganándose un puchero de parte de Alice, que hizo que su pene se endureciera más.

-No seas caprichosa, Alice. Te follaré cuando sea debido, no estás preparada.-dejó un beso descuidado en sus labios.-¿Está bien?

-Está bien, pero sigue... por favor.-Harry siguió con el movimiento de sus dedos y chupando sus senos. Alice no quería acabar tan pronto pero sentía que su vientre quemaba y que cada vez, estaba más húmeda.-¿Me puedo venir? Por favor, por favor.

Harry gruñó, Alice era tan perfecta, tan obediente, que le rogaba para que la dejará venirse.

-Sí bebé, hazlo en mi boca.

Él se agachó para estar a su altura y chupó con fuerza su clítoris, ganándose un gemido de parte de Alice, ella se vinó en su boca y él se vinó en sus pantalones.

-Maldita sea.-se separó de su vagina luego de dejarla limpia y recibir suspiros y gemidos por parte de Alice, estaba exhausta y se veía hermosa.

Él la ayudó a sentarse en la pequeña mesa y la besó, dejando pequeños besos por toda su cara y ganándose risitas por parte de Alice.

-Hiciste que me viniera en los pantalones.-Alice parpadeó varias veces y le sonrió.

-¿Puedo ver?

Alice lo iba a volver loco.