Abril de 1940
Alex estaba en un pequeño bar con sus compañeros antes de ir a la guerra, todos hablaban de manera animada mientras que él se dedicaba a mirar el tocadiscos con una copa en la mano.
Había conocido a Meredith unos meses atrás, pero no esperaba terminar alistado en el ejército para pelear en una de las peores guerras de la historia. Aunque pensar en ella le traía paz, escribía cartas y Meredith le prometía esperarlo, pero no quería que ella se aferrará a su recuerdo, porque no estaba seguro de si sobreviviría.
Ella era hermosa, de una familia adinerada y con un futuro por delante, no debía esperarlo, un soldado con pocas aspiraciones y que se había llevado su virginidad, la última noche que habían estado juntos.
Recordaba todo, el olor de su cabello, sus gestos y sus palabras, era la mujer más hermosa que había visto y tenía miedo de no volver a verla.
Meredith se había atrevido a invitarlo a bailar en un evento que había organizado su familia, era una mujer peculiar para su época, se atrevía a hacer cosas que las demás no, pero aún así era femenina. Había hecho sonreír a Alex en el primer instante, algo que no había hecho desde que su padre murió y dejo todas las deudas a su familia, además, la única manera que había encontrado para ganar dinero, había sido alistarse al ejército.
-Eres el único que se encuentra amargado en esta fiesta.-lo tomó de la mano y lo llevó a la pista de baile. Ella ni siquiera se vestía como las demás, tenía un estilo propio y su sonrisa iluminaba el lugar.-No me gusta ver a la gente triste y mucho menos en mis fiestas.
-No estoy triste.-Meredith sonrió y lo acercó a ella, mientras que bailaban se fijaba en sus facciones, desde el momento en que lo vió, sintió lo que su madre describía todo el tiempo con su padre, amor a primera vista.
-¿Te sientes preparado?-Alex la miró confundido.-Para ir a la guerra, creo que no es la solución pero... Al parecer no quedan más opciones.
-Supongo, sí. Creo que es difícil, todos están buscando ganar y no les importa las vidas que lleven a su paso, como la mía.-la tomó de la cintura y le dió una vuelta.
-No creo que vayas a morir. Sería una lástima, eres el hombre más sensato de aquí.-Alex volvió a sonreír, ella lo sorprendía cada vez más.-Por cierto ¿Cuál es tu nombre?
-Alex ¿El tuyo?
-Meredith.-ella miró hacía la mesa principal, su padre la veía con cara de pocos amigos desde hace un buen rato, no era bien visto que ella estuviera bailando con un soldado.-Supongo que nos veremos después, fue un gusto conocerte.
Meredith dejó un beso en su mejilla dejando a Alex con las palabras en la boca.
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Alex la buscó, en contra de todo aquello que estaba mal, siguieron viéndose, la llevo a conocer lugares totalmente distintos y cada vez que la besaba, lo hacía como si fuera la última vez que se verían.
Meredith se escapaba constantemente de su casa a altas horas de la noche, hasta que su padre lo notó, fue un acto bochornoso para la familia, ya que sus amistades se habían enterado de ello.
La llamaban mujerzuela y todos sus pretendientes se habían esfumado, no querían estar con una cualquiera y a Meredith le dolía, además de que su reputación había quedado arruinada, sus padres la odiaban y peor aún, llevaba semanas sin poder ver a Alex.
Él dejaba cartas en su ventana, prometiéndole que hallaría la manera para que pudieran verse, aunque fuera una última vez, antes de que él partiera a la guerra.
Una noche, recibió todas las indicaciones para que pudiera salir de su casa, lo logró y cuando vió a Alex lo besó, extrañaba todo de él, se había enamorado perdidamente.
-Salgamos de aquí.-Alex tomó su mano y corrieron lejos.
Él la llevo a su pequeña casa, la cuál había decorado con velas y rosas en la mesa central.
-Se qué no es a lo que estás acostumbrada.-Meredith negó con su cabeza y dejó un beso en sus labios.
-Es más que perfecto.
Hablaron lo que quedaba de la noche y bebieron, Alex le dió un pequeño anillo, prometiendo que si volvía, se casarían y tendrían una pequeña casa con muchos hijos.
La madrugada llegó y ellos se dedicaron a amarse el uno al otro, Meredith le dió su virginidad, porque si él no sobrevivía, quería estar con Alex, aunque fuera una sola vez con él hombre que amaba.
Alex se dedicó a venerarla y hacerla sentir complacida, ambos demostraron su amor y durmieron profundamente, abrazados el uno al otro. Él la acompañó nuevamente a su casa y cuando llegó la hora de despedirse, Meredith lloró mientras lo abrazaba y le prometió que siempre sería suya.
///
Alex estaba en medio de un bombardeo, corría para poder salvarse, su único amigo acababa de fallecer frente a sus ojos, sus pulmones quemaban, no podía ver bien y tropezaba constantemente, con su rifle de asalto intentaba disparar a los enemigos, logró esconderse en una trinchera dónde se encontraban sus compañeros ya muertos. Se escondió entre los cadáveres y sintió como pasaban por encima de su cuerpo y verificaban todos los cuerpos, las lágrimas caían por su cara y sólo pensaba en Meredith.
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everybody loves him (harry styles)
Fanficone shots / drama, amor, traición, hot. todo sobre harry edward styles cox.