everybody loves him (harry styles)

empire (!)

-¿Quieres que me encargue de él?-Harry asintió mientras que sacaba una pequeña bolsa transparente de uno de los bolsillos, la abrió y esparció la cocaína sobre la mesa, la dividió con su tarjeta de crédito, enrolló un billete de cien dólares y aspiró todas las líneas que estaban frente a él. 

-Esta es buena.-sonrió al sentir como la adrenalina recorría su cuerpo, tomó un trago de whisky que estaba a su lado y se dirigió a Michael, uno de los tantos hombres a su disposición.-Tráelo, escucharé que es lo que tienen que decir.

Michael asintió y Harry decidió observar a las personas a su alrededor, se trataba de uno de los casinos más importantes de la ciudad de Las Vegas, del cual, era dueño. Él no se conformaba con tener solo eso, poseía una cadena de hoteles y tenía el control del poder de armas y drogas en la mayoría de los estados, podía hacer prácticamente lo que quisiera.

En una de las mesas se encontraba Robin, la chica por la que destruiría todo su imperio. 

No pudo evitar sonreír, parecía bastante concentrada en su juego, tenía un pequeño vestido de lentejuelas de color plateado y el cabello suelto, el gran escote que utilizaba distraía a todas las personas en la mesa, era buena apostando, la mejor, tanto, que lo había estafado la primera noche que lo había conocido, eso definitivamente lo había impresionado.

Robin sabía que con una sonrisa podría tener a las personas a su disposición, eso había hecho la noche en que lo conoció y había terminado siendo follada por todos sus malditos agujeros.

Ahora ella tenía el poder.

Robin había encontrado a el hombre indicado para cumplir todos sus caprichos y fantasías, Harry sabía que haría cualquier cosa por él, lo satisfacía en todos los sentidos y vaya que era difícil mantenerlo feliz.

Sus miradas se encontraron cuando ella termino el juego, Harry le indicó que se acercará y ella no dudo en obedecerle con una linda sonrisa dirigida hacía él. La observaba fascinado mientras que subía las escaleras hacía la zona VIP, sus caderas y sus piernas siempre habían sido su perdición, en especial cuando pasaba horas entre ellas, lamiendo su pequeño coño y haciéndola gritar. 

-Hola cielo.-Harry hizo que Robin se sentará sobre su regazo, dejó un beso sobre sus labios y ella le devolvió el gesto con avidez, recibiéndolo con gusto y eso provocó que su pene estuviera duro.-¿Estás bien o quieres ir a casa?

-Estoy un poco cansada, pero esperaré si tienes algo que hacer.-él le sonrió y acarició su espalda dejando su mano sobre su trasero, la otra se encargó de jugar con su cabello, adoraba como lo llevaba, siempre al natural, sus pequeñas ondas enmarcaban su rostro, junto con sus grandes y expresivos ojos pardos.

-Tengo que darle una lección a un tipo y luego iremos a casa.-jugueteó con el borde de su vestido, lo suficiente para que sus bragas estuvieran a la vista, no le molestaba que Robin mostrará sus atributos y tampoco permitía que nadie le faltará el respeto por la manera en que vestía.-Te ves muy linda hoy.

-Me arreglé para ti.-Harry no pudo evitar sonreír, dejó un beso sobre su mejilla y empujó sus caderas contra el pequeño coño de Robin.-Parece que funcionó, estás duro.

Harry asintió y metió la mano dentro de sus bragas, tocando su pequeño manojo de nervios.

-Tú estás mojada.-empezó a mover en círculos su pulgar y Robin mordió su labio inferior para no hacer mucho ruido, Harry la observaba con adoración mientras que veía como sus pezones se endurecían contra la tela del vestido.

-Señor Styles.-Michael estaba acompañado junto a un hombre, su chica se sobresaltó y quiso alejarse de inmediato, pero Harry continúo, acariciando su espalda para relajarla.