15.

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"Voy a hacerte una advertencia, México, y tómalo en serio"


Nah. Puras exageraciones de OMS, porque el pobre tenía que lidiar con todos los males de la tierra. Por eso no lo tomó muy a pecho y siguió con su vida...

Y ahora estaba ahí, debajo de un canadiense agitado, que estaba completamente rojo... y desnudo.


"Si sigues jugando con tus feromonas, si no te controlas y sigues marcando territorio con Canadá por medio de tu olor, vas a alterar el sistema neutro de tu pareja beta"


No podía creer lo que estaba viendo, y es que su maplecito jamás era así de atrevido sin que él empezara con sus juegos eróticos y lo ayudara a entrar en confianza. Pero estaba pasando...

No mames.

¡Estaba pasando!


—I need you... Now —jadeó antes de empezar a restregarse contra México.

—Ma... ¿Maple? —le sujetó de esas hermosas piernas.

—Mexique... quiero sexo... Ahora —apenas logró susurrar entre jadeos.


Es que ni habían pasado del recibidor. Por favor. Ni siquiera pudo lanzar sus llaves lejos y olfatear su casa para saber si Canadá estaba ahí. Simplemente se le lanzó encima...

Y estaba desnudo...

Su maplecito lo había esperado desnudo.

Ay, wey.


—Pérate... Pérate —lo detuvo un momento—. ¿Qué tienes?

—No sé —pero siguió moviendo sus caderas para que su trasero se rosara contra el miembro de México—. No sé —su mirada era cristalizada por lágrimas acumuladas, y de entre sus labios escapaba un poco de vaho.

—Maple —su voz tembló. Le sostuvo de la cadera y sintió algo resbaloso—. ¿Qué es? —miró su mano y diferenció una sustancia transparente.

—Ya me lubriqué —su mirada nublaba y deseosa, su cuerpo caliente—. Ya... Ya lo hice... Mexique, solo tienes... —abrió más sus piernas para quedar totalmente expuesto—. Sólo entra... Por favor.


No podía creer que Canadá hubiese hecho eso, ni por cuánto tiempo estuvo así. Por curiosidad deslizó sus dedos hasta esa zona y... casi se atora al sentir lo resbaloso y caliente de ese interior que podría...


—Necesito llevarte al médico... Esto no...


Pero Canadá lo besó, con pasión y necesidad, restregándose con ansias, suplicando por sexo.

Y no fue todo.

Canadá se ofreció, ni lo esperó o pensó. Solo se deslizó hacia un lado, se posicionó sobre rodillas y codos, separó las piernas y levantó el trasero.

Puta madre.

Y se acordó lo que le dijo OMS.


"Le vas a inducir un falso celo. Le harás creer que es un omega cuando eso es imposible. Será un caos, y bueno... Puede ser difícil para ambos, por él porque no está hecho para aguantar a un alfa, y tú, pues, anudarás y sabes que eso es doloroso si no tienes cuidado"


—¡Mexique! ¡Por favor! ¡Te necesito!

Dulzura [México x Canadá]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora