Dulzura [México x Canadá]

30.

Canadá gustaba de usar tops y short en casa durante el verano, porque era fresco y porque estaba en casa, su casa... En la que ahora pasaba México durante mucho tiempo, porque era su novio... Pero olvidaba ese detalle a veces.

—Queridita.

México se quedó en la entrada a la sala cuando la vio. Sus labios temblaron y sus mejillas se encendieron, porque aún se alteraba cuando veía a Canadá mostrando tanta piel.

—Ay, virgencita.

—Mexique... hum, yo... Tengo calor —río de forma avergonzada, porque sentía la mirada de su novio sobre sus pechos—. Pero me pondré algo.

—No. No... Si te incomoda... Me voy.

—No. No —se levantó—. Quédate y yo iré a...

—Espera, espera —México la miró—, ¿te incómoda que te mire?

—Me da un poco de pena —jugó con sus dedos—. Yo no estoy acostumbrada a que me vean así —colocó su mano en su desnudo vientre—, a menos que sea USA.

—Pero eres bien hermosa.

—Sólo... No tengo confianza para eso —suspiró—. Yo... soy un alfa y...

—¿Y qué tiene?

—No sé... Sólo... creo que asusto a todos y mientras más desapercibida pase, es mejor.

—Mi vida, ¿quién te mató esa confianza? —suspiró.

—Nadie.

—Florecita, tú usa lo que quieras, cuando quieras, siempre te ves hermosa y tienes derecho a sentirte cómoda —le acarició la mejilla—. Si tienes calor, es normal que vistas así.

—Pero me da vergüenza que me veas así.

—Si quieres me desnudo también.

—Mexique —rio entre dientes—, estoy hablando en serio.

—Yo también, porque neta, si hace un chingo de calor.