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Mía

Arrastro la mano de mi amiga hacia la espalda del rubio lentamente , aunque con su sueño profundo era difícil que ella se despertara.

—Son más monos.—me susurra Nia a lo que yo la mando a callar y sujeto mi móvil.

¡Click!
Anne se revuelve en los brazos de Gerard , han dormido juntos como prácticamente toda la semana , pero ninguno de estos días habían visto que terminaran así de abrazaditos , aunque quizás la intervención de Nia y la mía con sus manos tenía algo que ver.

—¿Qué pasa , Mía?—la voz de Gerard habla antes de que Anne para nuestra sorpresa , que pensábamos que la de los Ricitos nos iba a chillar pero solo se ha vuelto a reír.

—Nada , que nos vamos ya para afuera.—Nia agarra mi mano y salimos corriendo a la puerta de la habitación.—Como estemos ahí al final no se dan el besito de buenos días.—río negando , desde la primera hasta la última somos unas cotillas que solo podemos meternos con las demás por sus rollos y relaciones , pero era muy divertido.

Bueno , menos cuando se metían conmigo , eso no era tan divertido , pero había que pagar un precio por el pecado.

—Hombre , por fin te pillo sola.—Flavio me asusta , pues acaba de salir del baño de forma bastante rápida y yo , sin querer , me choco con la pared haciéndole reír.

—¿Puedes dejar de aparecer como si fueras un espía?—me quejo rascándome la cabeza por el golpe.

Flavio no tiene puestas las gafas cosa que me hace reír un poco tras mi golpe , nunca me cansaré de pensar que parece un japonés con esos ojitos.

—Es que te he pillado aquí , no es mi culpa.—deja un beso suave en mi cabeza y después acaricia la parte del golpe.—Llevamos al menos dos días sin hablar.

Me encojo de hombros y río mirándole , él no entiende mi risa pero es mejor que no lo haga.

—Ya , es que creo que la indecisión sigue un poquitín dentro de ti , y también creo que como a mí te gusta más el chocolate blanco , que el negro.—finalizo acariciando la punta de mi pelo marrón que está perdiendo el rubio  y haciendo que Flavio se ponga colorado.—No pasa nada , Flavio , te entiendo.Pero ten cuidado , quizás yo esté con una barrera porque sé por dónde vas , pero Samantha no lo sabe , no le hagas más daño.—dejo un beso en la mejilla del chico y camino fuera de allí tras dejar un beso en la mejilla de Flavio.

No me molestaba decirle eso , tenía la confianza suficiente con él como para decirle lo que opinaba , él había llorado agobiado en frente de mí más de una vez y no quería que lo hiciera más por sentirse mal por estar con Samantha y yo tampoco quería hacerme sentir mal por pasar tiempo con Hugo ni por ver a Flavio y a Samantha juntos , si íbamos a estar en ese plan por lo menos no quería hacerme daño mientras nada estuviera claro.

(...)

—Es que me da mucha rabia que me eche a mi las culpas de sus cosas perdidas , yo cojo su guitarra igual que él coge la mía y aún así si pierdo algo no le voy echando las culpas.—paso mi manos por los hombros de Gerard que está agobiado y me ha pedido que después de ensayar su actuación estuviera con él un rato.

—Pero Gerard , no te puedes enfocar en eso , tú sabes quién eres y sabes que jamás dirías cosas que son mentiras y que si la hubiera perdido te disculparías , no has hecho nada y si ese ricitos de oro te vuelve a acusar de algo ya me ocupo yo.—lo que digo con toda la rabia del mundo , parece hacerle gracia a Gerard así que me separo de él mirándole raro.—Oye que es en serio.

Mía | OT2020 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora